Álvaro Moreyra
El domingo se jugará el cuarto clásico entre Patronato de Paraná y Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay. Ambos equipos pelean por el mismo objetivo en la Zona 2 del Argentino A: clasificar a la siguiente instancia. En este sentido, El Rojinegro está mejor parado ya que marcha segundo, en cambio El Lobo la tiene un poco más complicada porque está cuarto y no depende de sí mismo. De todas maneras, el cotejo, a disputarse en el Estadio Grella, aparece como bisagra cuando todos los equipos ingresan en la recta final de la primera fase. En la previa, ANALISIS entrevistó a los dos arqueros que lucharán por mantener sus vallas en cero: Sebastián Bértoli y Armando Kloster.
Se espera un estadio lleno. Mareas rojas y negras invadirán la zona del Barrio Tiro Federal de Paraná. Bastantes menos hinchas se esperan vistiendo la casaca cruzada, aunque un buen número viajará hasta tierras paranaenses. Primarán los colores rojo y negro, pero eso es solamente el principio, porque de nada servirían los colores y la pasión depositada en ellos si no existe tu clásico rival, un enemigo deportivo con quien crear ese enfrentamiento que encierra 25 partidos y hacen del que se aproxima mucho más que 90 minutos de fútbol.
Un clásico tiene condimentos impensados para un partido cualquiera y el domingo vuelve el clásico entrerriano. El extraño formato del Torneo Argentino A indica que Patronato y Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay estarán viéndose las caras por cuarta vez en lo que va de la temporada. Hasta el momento están igualados, una victoria por bando y un empate. El 31 de agosto de 2008, tras una década sin cruzarse, se enfrentaron por primera vez e hicieron tablas. Salió un partido aburrido, ambos equipos mostraron poco fútbol y mucha entrega, tal vez como realmente tenga que jugarse un clásico. Casi dos meses después jugaron los segundos 90 minutos, sucedió en Paraná y el resultado fue un partidazo, lisa y llanamente, porque el 4 a 3 final, a favor del local, dejó claramente demostrado que entregaron el mejor clásico de la historia. Hasta los que peinan canas y tienen varios guardados en sus retinas opinaban eso.
Ya a comienzos del año que transitamos (20 de enero), El Lobo se tomó revancha y en su casa superó al Rojinegro 2 a 0 para igualar la serie en la actual campaña con los paranaenses. Resultado de esos mentirosos, recurriendo a una frase bien tribunera, ya que el elenco uruguayense pasó por encima a su enemigo futbolero y pudo golearlo si se lo proponía.
El domingo, desde las 19.30, los dos máximos representativos del fútbol entrerriano protagonizarán el cuarto capítulo del más ansiado de los cotejos. Ambos persiguen el mismo objetivo, clasificar, aunque El Santo (está segundo en la Zona 2) le lleva varios cuerpos de ventaja al Lobo (se ubica cuarto) y buscará dejar los tres puntos en casa. Por su parte, el rival intentará llevarse las unidades a Concepción del Uruguay.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
