Evocado
La condición de buena o mala persona o la valoración que se haga de los hechos que alguien cometió en vida no quitan que pueda tener amigos. Así quedó claro tras el fallecimiento del ex interventor militar en la provincia Jorge Washington Ferreira, que fue funcional y funcionario de la más cruenta dictadura que sufriera el país en toda su historia. El abogado murió el jueves pasado a los 91 años sin dar respuestas ante la justicia por el caso de Noemí Esther Gianetti de Molfino, una integrante de Madres de Plaza de Mayo secuestrada en Lima y que apareciera muerta en un departamento madrileño en julio de 1980, en tiempos en que Ferreira era el embajador de Jorge Rafael Videla en España.
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Encerrados, en libertad
Los señores habían acordado un almuerzo de trabajo, pese a las diferencias. Uno del oficialismo crítico y el otro un crítico del radicalismo. Hay quienes sostienen que la comida se extendió hasta cerca de las 16, con buen vino, café y hasta algunos whisky como para desmenuzar lo sucedido en las últimas elecciones y el día después de cada una de las fuerzas políticas mayoritarias. “Me parece que tenemos que seguir la charla; sigamos con café”, le dijo el opositor, que reside en un edificio céntrico, en proximidades de la Peatonal San Martín. Los dos, sin dejar de hablar un instante en el trayecto –porque, de hecho, si hay algo que los caracteriza es el uso continuo de la palabra– llegaron al edificio, subieron al ascensor, cerraron la puerta y apuntaron el piso.
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Nuevo hospital
Mientras se espera que concluya la elaboración del anteproyecto para luego efectuar el llamado a licitación para la construcción del nuevo hospital de Paraná, la obra que no se ha iniciado ya ha demandado gastos para el Estado provincial. El nosocomio estará emplazado en una porción de los terrenos ociosos del Ejército Argentino y se especula que la licitación de la construcción del edificio se concretaría en agosto próximo. La inversión prevista es de 150 millones de pesos.
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De la tensión a la risa
Después de los agitados días que vivió hace algunas semanas, el hombre volvió a sonreír. Tal vez no tenga motivos para hacerlo en su labor profesional, pero evidentemente ha podido separar la faz personal de su trabajo. El abogado Eduardo Prina, de él se trata, ha tenido mucho que hacer como defensor oficial en la causa por crímenes de lesa humanidad que se instruye en el Juzgado Federal de Paraná, sobre todo tras el pedido de indagatoria y la detención de los represores José Anselmo Appelhans, Jorge Appiani, Rosa Susana Bidinost, el médico Hugo Mario Moyano y más tarde del ex general Ramón Genaro Díaz Bessone, por varios delitos cometidos durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
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La minería entrerriana
La actividad minera en Entre Ríos apunta fundamentalmente al trabajo de explotación de canteras de canto rodado y al desarrollo de un programa de remineralización de suelos que lleva adelante la Dirección General de Minería de la Secretaría de la Producción de la provincia –a cargo de Jorge Roque Tomas–, en forma conjunta con la Secretaría de Minería de la Nación y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y que apunta a lograr la sustentabilidad del campo.
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Aporte demorado
A veces, muchas veces, los tiempos de la administración pública no son los tiempos de la gente y las necesidades y urgencias de la población, generalmente, deben esperar. Nadie mejor que los vecinos del barrio Gerardo Yoya de Concordia para contarlo. Resulta que en el año 2007 les prometieron un apoyo económico para varias familias que les permitiría adquirir materiales de construcción para mejoramiento habitacional, en el marco de un trabajo a cargo de la Subsecretaría de Programas Especiales del Ministerio de Salud y Acción Social.
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