Silvio Méndez
A punto de cumplir su sexto año de trabajo, el Centro de Mediación de la Defensoría del Pueblo de Paraná abrirá el mes próximo un nuevo registro de voluntarios para su Red Comunitaria. El listado, en período que concluye, alcanzó su cifra récord de 95 postulantes ad honoren para la intervención durante 2009 en un espacio diseñado para aportar herramientas que permitan la resolución de conflictos extra judiciales entre ciudadanos.
Si bien las estadísticas de las participaciones solicitadas avalan una constante demanda del servicio, el personal a cargo subraya la necesidad de ampliar la difusión y apoyo mediante políticas de Estado que permitan mayor conocimiento e incorporación de esta alternativa como vía para la disolución de diferencias.
En diálogo con ANALISIS, Irina Chausovsky, a cargo de las actividades y programas del Centro, comentó que la experiencia de Paraná resulta inédita en su gestión. En este sentido, destacó algunas características que volcó en un escrito que obtuvo el primer premio el 1º Congreso del NEA y del Mercosur sobre la temática.
Si bien Chausovsky señaló que en otros puntos del país hay experiencias similares, lo novedoso del caso local es en principio el marco institucional del Centro de Mediación que se establece desde la misma ordenanza de creación de la Defensoría del Pueblo como un espacio diferenciado.
Respecto a la forma de funcionamiento, reconoció como fortaleza la cantidad de cursos de capacitación que se brindan a los mediadores, lo que hace que sea valorado este trabajo como instancia compartida. En cuanto a requisitos, precisamente, se exige la formación en estos cursos de adiestramiento.
Sobre el proceso de trabajo, se aclaró que tras la inscripción y primer taller se hace un sorteo tentativo de los anotados, donde se conforman las parejas que irán a actuar llegada la necesidad.
Relaciones humanas
Ante la pregunta acerca de las características del perfil común de los mediadores que actúan en la Red, Chausovsky describió que básicamente es gente con gran compromiso social. “Éste es un registro ad honoren. El que se inscribe acá tiene ganas de dar algo hacia la comunidad. Muchos se preguntan: ¿cómo tienen ganas de trabajar gratis y escuchar los problemas de otros? Porque primero, tenemos una formación que nos permite hacerlo; no hay ningún improvisado acá. Y hay un compromiso con la sociedad y con una idea de sociedad más armónica, democrática, pacífica en las formas de manejar sus conflictos. De ninguna manera pretendemos eliminar los conflictos, porque son naturales en las relaciones humanas. Pero sí estamos convencidos de que la forma en que nos manejamos muchas veces no nos sirve y lleva a la violencia en muchos casos o la insatisfacción. Especialmente en las relaciones de convivencia en vida cotidiana, como la vecindad, en que se produce mucho malestar en demasiadas ocasiones”.
Apuntando ya a las condiciones que han permitido sostener estas actividades en el tiempo, donde desde un principio se ha sostenido la presencia constante de 25 mediadores, la responsable del área consideró que mucho se debe a las distintas tareas de capacitación, contención y pertenencia.
“Están bien cuidados, porque estamos cuidando a personas que hacen un trabajo ad honoren por la comunidad, que si bien exige mucho voluntariado en distintos ámbitos, muchas veces es difícil de sostener en medio del trabajo, la familia. Por eso agradecemos mucho estas labores, porque son ellos quienes hacen las mediaciones. Desde el Centro nos dedicamos a organizar, a la recepción de casos y a la capacitación”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
