Daniel Tirso Fiorotto
Especial para ANÁLISIS

En este 2013 se cumple una década desde la prohibición de la venta del amianto o asbesto en la Argentina, sea en planchas o en fibrocemento, luego de la confirmación de los daños que provoca en el organismo.

Sin embargo los productos industriales siguen colocados, como pudo comprobarlo ANALISIS en la capital entrerriana, y es que las autoridades no trazaron un plan para “desamiantar” la región.

De hecho, en casi todas las ciudades entrerrianas, como en Paraná, pueden registrarse tanques de fibrocemento con amianto, a simple vista, y por miles, aún a sabiendas de su peligrosidad. Tampoco los techos de fibrocemento fueron desmontados, salvo excepciones.

El amianto es cancerígeno. Hay tipos de cáncer exclusivos del amianto (también llamado asbesto).

Existen indicios sobre la cantidad de víctimas en Entre Ríos, pero no registros completos, como exhiben otros países. Los especialistas entienden que por muchos años no supimos de qué se morían algunos vecinos, y estiman que en ciertos casos cargamos sobre el cigarrillo lo que obedecía al asbesto.