Campos de cría vacuna en Entre Ríos y Santa Fe forman parte de un estudio científico que busca saber el grado de incidencia de la actividad en las emisiones que generan el efecto invernadero. Al contrario de lo que se tiende a pensar a nivel global, el modelo de la ganadería argentina representa un bajo impacto, ya el tipo de pastoreo conlleva también la posibilidad del “secuestro” de carbono. En este aspecto son “carnes sustentables”. De todos modos, la práctica de mayor alteración en el ambiente en la provincia lo representa la intervención que se efectúa con diques y canales en las áreas de engorde en el Delta del Paraná. Esta modificación del ciclo hidrológico genera un efecto directo sobre la biodiversidad, advirtió a ANÁLISIS una de las investigadoras del grupo de trabajo académico.
Silvio Méndez
Un grupo de 45 científicos argentinos, coordinados por la Red de Seguridad Alimentaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), presentó a través del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) un informe denominado “Carne Argentina, Carne Sustentable”. El documento desgrana una investigación sobre el nivel de sustentabilidad actual de la ganadería argentina. La actividad a nivel mundial está bajo la lupa, ya que se le achaca ser una de las mayores fuentes de emisión de gases de efecto invernadero. En este orden, se plantea que la reproducción intensiva de vacunos genera una importante emisión de dióxido de carbono (CO2).
El informe, presentado recientemente de forma pública, “posee una gran relevancia en el contexto mundial de la producción de alimentos y el cuidado del medio ambiente donde el foco está en el diseño de estrategias de mitigación y adaptación del cambio climático y en la generación de valores locales de referencia”, se indicó.
Según este paper, la ganadería argentina tiene un bajo nivel de emisiones de efecto invernadero a nivel internacional, ya que representan sólo el 0,15% del total del planeta. Además, se remarca “el compromiso y la responsabilidad que deben mostrar todos los sectores productivos respecto del cuidado de nuestro planeta y de su preservación para las futuras generaciones”. La idea de promocionar estos resultados es presentar a la Argentina como un país que produce carne sustentable. Asimismo, contar con herramientas que permitan, justamente, promover estas prácticas de cría.
La diferencia fundamental estriba, según plantea uno de los agrónomos del grupo de investigación, Miguel Ángel Taboada, en que modalidad de producción que predomina en el país se basa en el pastoreo a campo –que permite la posibilidad de un secuestro de carbono–, frente al ciclo bajo techo que se efectúa mayormente en otros países. Ahora bien, ante la extensión geográfica de la Argentina, se reconoce que existe una “enorme disparidad de situaciones en cuanto a eficiencias productivas”, y también grados de sustentabilidad.
(La nota completa en la edición gráfica 1127 de la revista ANALISIS del jueves 16 de diciembre de 2021)
