El periodista de C5N y Revista Newsweek Argentina, Gabriel Michi, analizó el resultado de las elecciones de Brasil que irá en segunda vuelta el próximo 30 de octubre.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Michi consideró que “la principal ventaja que tiene Lula es la cercanía con el 50%; ese 48,4% que sacó lo deja como en la gatera de ganar en segunda vuelta porque es mucho menos lo que tiene que conquistar Lula por delante, de lo que tiene que hacer Bolsonaro para remontarlo”.

De todos modos, advirtió que “teniendo en cuenta lo que decían las encuestas previas para el PT tuvo un sabor agridulce esta elección porque nadie se esperaba una elección tan poderosa de Bolsonaro con un 44% de los votos”. “Todas las encuestas previas mostraban una diferencia de 14 puntos y sin embargo fueron solamente cinco puntos de diferencia y ahí hay todo un debate, una vez más, sobre qué pasó con las encuestas”, señaló.

Marcó en este sentido que “hay que prestar atención a lo que se denomina el voto vergonzante, que en este caso fue para Bolsonaro”. “En la previa se decía mucho que el votante de Lula no decía que iba a votar a Lula por temor a la violencia que se vivió en la campaña. yo dudaba de eso porque las encuestas en realidad no pifiaron sobre el voto a Lula, decían que iba a estar más o menos en el número que sacó, pero se equivocaron fiero con el voto a Bolsonaro, y eso fue la clave del tema del voto vergonzante que no estaba registrado”, analizó.

“Lo que se le perdió a las encuestadoras son aproximadamente 10 millones de votos, de acuerdo a lo que decían que iba a sacar Bolsonaro que era un 34% aproximadamente y lo que finalmente sacó que fue el 43,2%. La verdad que en una elección de esta envergadura, perder 10 millones de votos te hace repensar incluso la metodología de trabajo que tenés porque esos 10 millones de votos cambiaron por completo el escenario político que hoy estamos viendo”, refirió el periodista.

Agregó que “Lula apostó mucho en el último tramo de la campaña a lo que se denomina voto útil pidiendo el voto de los simpatizantes de Ciro Gómez, que quedó cuarto, y que tiene un electorado que puede tener alguna afinidad con Lula. Al fin y al cabo parecía que lo que se llama el voto útil que perjudicó al tercero y al cuarto, terminó yendo para Lula”.

En cuanto a las estrategias de Lula para poder lograr la Presidencia, Michi explicitó: “Para llegar a esta instancia Lula tuvo que armar un frente con sectores que incluso jugaron en contra del PT. Ante eso, la única opción que hoy tienen  tanto Lula como Bolsonaro es ampliar el abanico de alianzas”. “Votó el 79,1% y de ese 20% que faltó a votar no creo que más del 5% lo haga en la segunda vuelta, por eso lo que tienen que tratar de hacer es conquistar el voto que fue para los otros partidos, lo cual no es mucho porque si se suman los otros nueve candidatos tuvieron en total 10 millones de votos. Si se mantuviese el caudal electoral que hubo en primera vuelta, con aproximadamente 2 o 3 millones de votos de esos 10 millones, a Lula le alcanzaría para ganar”, analizó.

Asimismo, planteó que “los últimos tres meses de medidas activas que tuvo Bolsonaro en lo económico fueron lo que le permitieron estar tan cerca de esta disputa: hubo baja de precios de combustible, aumento la canasta que se le entrega a los sectores más empobrecidos, logró deflación durante dos meses seguidos después de haber tenido record de inflación en años, y si bien tiene el poder del Estado lo que también tiene es poco tiempo porque la segunda vuelta es el 30 de octubre y tendría que tomar medidas inmediatas, lo que puede ser un boomerang porque quedaría en evidencia que estas gastando sobremanera los recursos del Estado apra garantizar una elección. Es una encrucijada pero en la inmediatez y en la emergencia es muy probable que Bolsonaro lo haga”.  

Finalmente, apuntó que “Lula tendrá que negociar con muchísimos sectores, que en gran parte dinamitaron tanto su gobierno como el de Dilma Rousseff; esas alianzas con los partidos de centro –que en Brasil se llaman centrao- que se venden al mejor postor terminan condicionando muchísimo el tema de la gobernabilidad, y Lula va a tener que lidiar con eso”. “Es cierto que tiene un Congreso que no le es muy favorable pero también es cierto que tendrá un Congreso mejor que el que hay hoy, con respecto al reparto de fuerzas dentro de los 513 diputados y los 81 senadores. El tema es que sí o sí va a tener que negociar con ese centrao, pero con un tema distinto porque enfrente tiene a la extrema derecha”, concluyó.