Después de una larga ausencia de las pistas debido a lesiones, el paranaense ganó días atrás el Grand Prix Sudamericano en Concepción del Uruguay y de esa manera volvió a los primeros planos. Julián Molina, el entrerriano, radicado en Rosario hace unos cuantos años, charló con ANÁLISIS y analizó el negativo momento que vivió, la reciente conquista en La Histórica y también se refirió a su futuro en el que apunta a los próximos Juegos Olímpicos. “Mi objetivo es París 2024”, expresó.

Por Álvaro Moreyra

El atletismo es una de esas actividades que en la Argentina no cuenta con mayor difusión o apoyo por parte de las esferas gubernamentales. Con mucha suerte, los principales exponentes del atletismo en el país cuentan con el aporte de empresas privadas, que, sumado al poco apoyo del Estado a través del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) y algunas de las carteras provinciales vinculadas con el deporte, todo eso ayuda a costear gastos. De todos modos, lo real es que en la Argentina no es sencillo dedicarse al atletismo, mucho menos vivir de la actividad.

Claro que estas dificultades se acrecientan a la hora de solventar gastos relacionados con viajes o estadías, hasta para las inscripciones en diferentes torneos de carácter internacional los cuales muchas veces sirven para lograr las marcas necesarias para clasificar a un Mundial o, el gran objetivo de todos, los Juegos Olímpicos. Nada fácil es la vida del atleta en suelo argentino.

A partir de estas vicisitudes es que los atletas muchas veces deben recurrir a diferentes estrategias como para juntar el dinero que les permita viajar a alguna cita que clasificó por su buen entrenamiento, dedicación y, fundamentalmente, su marca.

Entonces, no es descabellado enterarse que cada tanto se organizan rifas, se venden empanadas, pollos, etcétera, o bien tienen su propio emprendimiento para conseguir lo necesario y viajar para poder competir. Lógicamente que eso genera un desgaste mental extra porque no puede enfocarse en lo estrictamente deportivo y además le quita tiempo de entrenamiento.

Más o menos por ese camino se mueve habitualmente el paranaense Julián “Juli” Molina. El entrerriano, afincando en Rosario hace varios años, es uno de los atletas con mayor proyección en el país y de un tiempo a esta parte se mantiene en el candelero en distintas especialidades de la rama vinculada con el pedestrismo, donde logró varias marcaras importantes a nivel nacional y también se destacó en el plano internacional donde se colgó varias medallas en distintas competiciones de las consideradas importantes en el mundillo donde se mueve.

Misión, volver a los primeros planos

El paranaense Julián Molina es uno de los atletas argentinos de mayor proyección en los últimos años. El entrerriano busca reencontrarse con su rendimiento ideal, ese que lo llevó a los primeros planos en el ámbito nacional e internacional.

Una serie –larga, por cierto-, de lesiones lo sacaron de las principales carteleras durante varios meses, pero en las últimas semanas “Juli” avisó que está de vuelta y con mucha hambre de gloria.

(Más información en la edición gráfica número 1141 del jueves 15 de junio de 2023)