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A un año del escándalo en la frontera con Paraguay, Kueider espera el juicio por contrabando

De ANÁLISIS

La madrugada del 4 de diciembre de 2024, el senador nacional por Entre Ríos, Edgardo Kueider (PJ), fue detenido en un control de rutina, en el Puente “La amistad” que une Ciudad del Este (Paraguay) con Foz Do Iguazú (Brasil). 

Kueider manejaba un Chevrolet con patente argentina. A su lado viajaba su joven secretaria, Iara Magdalena Guinsel Costa. El exsenador llevaba 211.102 dólares americanos; 646.000 pesos argentinos y 3.900.000 guaraníes dentro de una mochila que guardaba en el baúl del auto. No tenía ninguna explicación sobre la cantidad de dinero que excedía el límite permitido. Tampoco tenía ninguna documentación que lo respalde. Ambos quedaron demorados por la Justicia paraguaya, sujetos a una investigación que está en condiciones de ventilarse en un juicio próximo.

Tras la detención, las autoridades incautaron el vehículo y el dinero. Kueider y su secretaria fueron trasladados al hotel donde estaban alojados y, desde ahí llevados a la unidad fiscal donde comenzó una pesquisa a cargo de Edgar Benítez. Se supo que el exsenador dijo que llevaba ese dinero para hacer una inversión en bitcoin, y que negó los cargos que le imputaron.

Desde entonces, ni Kueider ni Guinsel Costa pudieron retornar al país. Primero estuvieron en un departamento lujoso en Asunción, pero tuvieron que ser trasladados a otro barrio, debido a las molestias de los vecinos. Actualmente esperan que se desarrolle un juicio el año que viene, y se defina la extradición.

Para el momento en que fue detenido, Kueider ya era investigado por la Justicia Federal Argentina, en la causa Securitas, por presunto enriquecimiento ilícito. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado también investiga a los hermanos Tórtul y al expresidente de Enersa, Jorge González, por las contrataciones a la empresa de seguridad que le da nombre a la causa. En el entramado judicial aparecieron departamentos que se adjudican a los imputados en un lujoso edificio de calle Santiago del Estero de Paraná, y empresas con dudosa administración y manejo de dinero. Además, Kueider es investigado en una causa que comenzó en Concordia por presunto enriquecimiento ilícito. Hay un conflicto de competencia que terminará definiendo la Corte Suprema de Justicia de la Nación. 

Con independencia del capítulo judicial, lo que ocurrió a nivel político y mediático fue explosivo. Kueider y su secretaria estuvieron varias semanas en primera plana mediática, por lo escandaloso del episodio: un senador nacional, en plena madrugada, atravesando la frontera con más de 200.000 dólares en el baúl, sin declarar, acompañado por su secretaria con quien mantenía un vínculo afectivo.   

La expulsión del Senado llegó unos días después de cumplirse un mes de la detención, con 60 votos a favor, 5 en contra de la destitución y una abstención. En ese momento, quienes se pronunciaron en contra de la remoción fueron el entrerriano Alfredo De Angeli; la cordobesa Carmen Álvarez Rivero; la chubutense Andrea Cristina; la misionera Martín Goerling Lara; el bonaerense Maximiliano Abad; y el correntino Carlos Camau Espínola. Se abstuvo el salteño Juan Carlos Romero.

Antes de ser detenido en Paraguay y pese a su pertenencia al Partido Justicialista (PJ), Kueider venía moviéndose en el Senado como un aliado del Gobierno nacional que, en ese momento, tenía una representación mínima en el Congreso. Era presidente de la Comisión de acuerdos y Asuntos Constitucionales. Los cronistas parlamentarios sostienen que Kueider fue uno de los peronistas que posibilitó la sanción de la “Ley Bases” que impulsaba la Casa Rosada. Incluso se llegó a barajar la posibilidad de que fuera el presidente de la Comisión Bicameral de Inteligencia, aunque ello no ocurrió.

Antes de llegar al Senado nacional, Kueider fue concejal del PJ en Concordia, junto a Gustavo Bordet, al ser intendente y luego asumió como secretario general de la Gobernación, en diciembre de 2015.

En el 2019 se transformó en senador nacional del PJ entrerriano, merced a su buena relación con el expresidente Alberto Fernández. De hecho, fue uno de los principales referentes en Entre Ríos del expresidente argentino.

Siempre fue "un hombre de confianza" de Bordet y se distanciaron a raíz del acercamiento a los funcionarios de Javier Milei de parte del senador nacional, lo que motivó duras críticas del propio peronismo entrerriano. 

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