La reunión del miércoles en la Secretaría de Trabajo culminó sin acuerdo entre el sindicato y la empresa.
En algo más de 48 horas se estrenará el nuevo servicio de transporte público de pasajeros en la ciudad de Paraná, con un nuevo actor desde el sector empresario. Mientras, continúa abierto el conflicto del sindicato y la empresa saliente Buses Paraná (ERSA y Mariano Moreno) con sus reclamos hacia la nueva firma oriunda de Misiones y la Municipalidad. Piden que la empresa San José que ganó la concesión incorpore como en un pase directo a la totalidad de choferes y demás empleados de ERSA, y en el listado incluyeron a trabajadores del servicio de transporte metropolitano, a los dirigentes de UTA, a los dos gerentes y hasta el hijo de un sindicalista de Buenos Aires.
Cabe recordar que el 26 de noviembre, el juez subrogante Claudio Fabián Loguarro, del Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo Nº 7 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (es decir, un juez ordinario, no federal) le otorgó a UTA la extraña medida cautelar o precautoria, pese a no tener competencia en la capital entrerriana. Loguarro ordenaba a la empresa adjudicataria del nuevo servicio a absorber transitoriamente al personal que presta tareas en Buses Paraná, desde el inicio hasta que encuentren una sentencia definitiva.
UTA, con el respaldo en este reclamo del secretario general adjunto del sindicato a nivel nacional, Jorge Kiener, pide el traspaso de un total de 237 trabajadores.
La medida fue rechazada por San José, empresa que había afirmado en un comunicado que “está dispuesta a incorporar una parte importante de los trabajadores vinculados a la UTE Buses Paraná del Grupo Ersa y Mariano Moreno”, aunque aclaró que no se iba a hacer cargo de los compromisos de estas empresas para con los trabajadores.
Tras culminar sin acuerdo la reunión entre UTA y San José en la Secretaría de Trabajo de Entre Ríos este miércoles, Hugo Ruiz, gerente general de la empresa aseguró que “el servicio va a estar en la calle” a partir del domingo 7 de diciembre y acerca de los empleados, dijo a Radio Plaza: “Estamos en el proceso de tomar 100 trabajadores; necesitaríamos 130 o 140 y los vamos a tomar con cero antigüedad”.
La cuestión es que en la reunión en la Secretaría de Trabajo se conoció el listado de trabajadores que presentó UTA, donde se advierte su verdadera intención, así como el vínculo real que mantienen sus dirigentes con los empresarios que este sábado a la noche deben abandonar el servicio.
Según la documentación a la que accedió ANÁLISIS, En ese listado de las personas que pretenden que incorpore la nueva firma aparecen sorpresas insólitas: por un lado, hay trabajadores de las líneas del servicio metropolitano, que seguirá en manos de ERSA debido a la concesión otorgada por el gobierno provincial. Por esto es que la cifra de personal que pretenden traspasar alcanza los 237, número que era discutido por ser superior a los que trabajan en las líneas de la capital provincial.
Una primera gran sorpresa causó que en el listado de UTA se encuentren los dos gerentes de Buses Paraná: Marcelo Kifchitz y Daniela Brumatti, quienes luego de haber realizado y firmado numerosas presentaciones contra el traspaso del servicio desde el momento de la nueva licitación, ahora pretenden seguir siendo empleados de San José, con sus elevadísimos haberes. Fueron incluidos en el apartado “Personal fuera de convenio”.
También incorporaron al listado de la UTA ellos mismos: los dirigentes Juan José Brito, Gustavo Rupp y Alberto Herrlein, quienes aparentemente no habrían logrado un acuerdo indemnizatorio con ERSA y pretenden que San José los incorpore.
Por otro lado, uno de los datos más insólitos es que aparece en el listado de trabajadores a ser tomados por la nueva concesionaria Emmanuel Edgardo Kiener, el del hijo del sindicalista de Buenos Aires, el mencionado Jorge Kiener, que no vive en Paraná, sino que residiría en Santa Fe, no es chofer y aparece inscrito ante la AFIP en los rubros “servicios de contabilidad, auditoría y servicios fiscales”.
También se observan en el listado de UTA personas que están jubiladas o con licencias desde hace más de dos años en ERSA.
Y, en este contexto de confusión, reclamos y zozobra, causó cierta indignación entre los trabajadores que hay choferes en actividad del servicio urbano que no fueron incluidos en la lista del sindicato.
Es decir, la UTA muestra su mejor sintonía con ERSA al momento de reclamar que San José tome a los empleados que la firma correntina no quiere tener más en relación de dependencia (algunos con antiguas licencias, otros que corresponden al servicio metropolitano) y hasta los gerentes. Aunque se olvidó de incluir a trabajadores del servicio urbano actual.


