- En su segundo año de gestión, el Presidente cumplió o avanzó en 10 de 20 promesas de campaña, según el relevamiento “Promesas Chequeadas” de Chequeado.
- En 2024, habían sido 12 las que se encontraban en ese estado. Los compromisos que mostraron retrocesos fueron los relacionados con dolarizar la economía y reformar la Ley de Seguridad. La dinámica del poder y la debilidad parlamentaria, los condicionantes.
- De todas maneras, si se compara el segundo año de Milei con los de Mauricio Macri y Alberto Fernández, el Presidente registra un balance positivo.
Javier Milei llegó a la campaña de 2023 con una oferta política casi sin precedentes: un combo de propuestas disruptivas que prometía dinamitar el status quo económico y político. A una sociedad cansada de la inflación crónica, el estancamiento y la desconfianza institucional, ofreció desde la dolarización total de la economía hasta un drástico achicamiento del Estado, pasando por cerrar el Banco Central, eliminar la inflación y avanzar en reformas estructurales en impuestos, seguridad, educación y el mercado laboral.
A 2 años de la asunción de Milei como presidente de Argentina, la mitad (10) de las promesas que realizó durante su campaña se encuentran cumplidas o en proceso de avance. En 2024, habían sido 12 las que se encontraban en este estado.
Los compromisos que cambiaron de calificación son los relacionados con dolarizar la economía y hacer reformas en la Ley de Seguridad Nacional. En el primer caso, el Gobierno privilegió la “dolarización endógena” y las condiciones económicas que impulsaron el fenómeno en 2024 se deterioraron. En el segundo caso, el oficialismo mostró debilidad parlamentaria para imponer sus iniciativas en materia de seguridad.
En su segundo año, Milei también logró avances en su promesa de implementar esquemas tarifarios “que no afecten el bolsillo de los argentinos”, que pasó del grupo de las “incumplidas” al de las “en proceso, demoradas”. El Gobierno anunció un nuevo esquema de subsidios y avanzó en las revisiones de tarifas, pero estos cambios sí tuvieron un impacto en los ingresos.
Estos resultados se desprenden del relevamiento anual “Promesas Chequeadas”, que Chequeado realiza desde 2016 con el seguimiento de los compromisos de Mauricio Macri (Cambiemos) y de Alberto Fernández (Frente de Todos) y que muestra que en el segundo año de La Libertad Avanza la dinámica del poder y la falta de negociación con la oposición en el Parlamento ralentizaron el cumplimientos de algunos compromisos.
Aun así, si se compara el segundo año de Milei con las presidencias de Macri y Fernández, el Presidente registra un balance positivo (10). El referente de Cambiemos registró 8 promesas cumplidas o en proceso de avance en 2017 y el del Frente de Todos, pandemia mediante, solo 6 en 2021 (en 2022 fueron 7).
“El resultado no llama la atención porque el tipo de liderazgo de Milei es el de una persona que prioriza sus convicciones”, señaló a Chequeado Camila Perochena, doctora en Historia (UBA) y magíster en Ciencia Política (UTDT). Y, al mismo tiempo, agregó que lo que se ve en estos 2 años de LLA es “un proceso de pragmatización” en relación a promesas como “dolarizar la economía”.
El balance de las 20 promesas centrales de Javier Milei
Del total de compromisos, 2 fueron “cumplidos” (10%), 8 están “en proceso, avanzadas” (40%), 7 continúan “en proceso, demoradas” (35%) y 3 resultaron “incumplidas” (15%). Los datos evidencian que la mitad de las promesas mantiene algún nivel de avance, mientras que el resto registra retrasos o falta de ejecución.
En el caso de las propuestas cumplidas, se trata de aquellas que se efectivizaron en el plazo previsto. Los compromisos que se encuentran avanzados son aquellos en los que se tomaron parte de las medidas necesarias y se trabajó para lograr la promesa, aunque todavía no esté cumplida.
Entre las promesas que Javier Milei ha cumplido o avanzado durante su primer año como presidente destacan varias de las principales iniciativas de su campaña. Entre ellas, “terminar con el cáncer de la inflación”, “bajar el gasto público” y “crear el Ministerio de Capital Humano”. También figuran privatizar empresas públicas, bajar impuestos, quitar regulaciones, reformar leyes -como las de Seguridad, Inteligencia y el Código Penal-, priorizar la lucha contra el narco e implementar un programa de modernización laboral.
Sin embargo, el jefe de Estado ha incumplido o avanzado poco en 10 resonantes promesas de campaña. Se trata de medidas con avance parcial o insuficiente para modificar la realidad que la promesa buscaba transformar. Entre ellas, cargar el ajuste sobre el Estado, mejorar la estructura hospitalaria, y mantener la gratuidad de la universidad pública (que prometió sostener en el corto plazo, aunque las iniciativas de arancelamiento para extranjeros van en dirección contraria).
También quedan pendientes dolarizar la economía, cerrar el Banco Central, implementar esquemas tarifarios “realistas”, otorgar recursos a las familias para elegir las instituciones educativas de sus hijos, reformar el sistema previsional y promover una normativa para proteger al niño desde la concepción.
“Las promesas de campaña son importantes para que los candidatos transparenten sus objetivos de gobierno, y la ciudadanía con esa información tome la decisión de votar por uno u otro candidato”, destacó a Chequeado Pablo Secchi, director ejecutivo de la organización Poder Ciudadano, que se dedica a temas de corrupción y transparencia.
Y analizó: “Entonces, que existan iniciativas de seguimientos de promesas es fundamental para el control de los actos de gobierno y del cumplimiento del presidente de ese contrato ciudadano”.
(Fuente: Chequeado)


