Coronagate: la dialéctica de la hipótesis falsa

Uruguay

La pandemia vino como anillo al dedo a la concreción de alianzas entre las corrientes de extrema derecha que parecían dormidas. (Foto: ladiaria.com.uy/ Ernesto Ryan)

Por Marga Gonnet (*)

Para comprender el mundo en el que vivimos hace falta mucho más que conocimiento. Hace falta una dialéctica de revisionismo histórico regional y global para saber dónde estamos parados. Y eso suena fenómeno. Pero no dice nada. Para entender la dialéctica del Coronagate, vamos a profundizar en una dialéctica del absurdo que viene siendo implantada en Latinoamérica desde mucho antes de Obama. 

Y que antecede por mucho a marzo de 2020 y al propio coronavirus. Pero que se hace visible en la pandemia y es necesario entenderla hoy para entender también que la existencia de la LUC es su prolongación lógica. Esta dialéctica del absurdo proviene de un desgaste interno de las democracias de izquierda que lograron emanciparse y levantarse de los destrozos de un capitalismo en decadencia que parecía finito. 

La pandemia vino como anillo al dedo a la concreción de alianzas entre las corrientes de extrema derecha que parecían dormidas.1 Y que estaban aprovechando uno de los mejores caldos de cultivo generado por la masificación y desmembramiento de los medios de comunicación en toda la región. Estructurado desde la globalización al servicio de la despersonalización y de la monetización de la identidad. Desde la construcción de la falacia para el reinado de la falacia en su más estricto significado.

¿Y cómo se conecta esta dialéctica del absurdo con Uruguay o con la región? De la misma forma en la que Trump llegó al gobierno. Pero también de la forma en la que Obama llegó al gobierno de los Estados Unidos. Desde principios de la primera década de este siglo al día de las elecciones nacionales, la información y la evidencia de una tecnocracia dominante estaba sobre la mesa. Estaba a disposición, para generar plataformas de comunicación limpias y de esas otras. Pero recién ahora con el diario del lunes nos despertamos en una realidad en la que todo lo que era ya no es. Bajo los mismos efectos que un pez a la encandilada.

Estamos viendo las consecuencias de habernos mareado con el encantamiento que creímos eterno. El de una conciencia social inherente a todas las tiendas políticas dónde por fin habíamos derrotado a la esencia del capitalismo. Y de haber creído que Uruguay era una democracia plena a prueba de los ciclos económicos globales. Una linterna peligrosa la de la encandilada.

La antesala y el vestíbulo de la dialéctica del absurdo

El 17 de octubre de 2018 se llevó a cabo en la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo de Montevideo la conferencia2 “Desinformación en la era digital y su impacto en la libertad de expresión y los procesos electorales de la región” a cargo de FESUR y OBSERVACOM. Contó con panelistas de la talla de Guilherme Canela y expertos en ciberseguridad de AGESIC y Gobierno Electrónico que nos advirtieron a todos.

Allí se describieron y analizaron las posibles consecuencias de una vuelta hacia la derecha de la mano de la tendencia cada vez más fuerte del desembarco de trollers en la Agraciada. La sobrecomunicación generalizada que hizo posibles antesalas de golpes de estado y una cada vez más visible tala de estructuras comunitarias que ya hacían que el proyecto democratizador fuera insostenible. Partiendo de Honduras, Chile, Perú, Bolivia, Brasil y Venezuela. Teniendo en cuenta la inminente segunda vuelta del proceso eleccionario en Brasil con un Bolsonaro disparado en las encuestas, un Lula desplazado y un Haddad endeble. Todos los presentes podíamos olfatear en el aire a un Uruguay muy cerca de la misma guadaña. Y profundizamos sobre los ejes comunicacionales de las campañas que serían llevadas adelante por parte de las 3 grandes fuerzas políticas hasta ese entonces en Uruguay. Resulta que el Partido Colorado, el Partido Nacional y el Frente Amplio sabían que la contienda sería en redes sociales. En ese momento se nos avisó que tales fuerzas políticas ya habían comprado tecnologías capaces de emular las estrategias utilizadas por el Tío Sam.

Lo vimos a lo largo de todas las campañas y especialmente durante los conteos de votos. La verdad se midió a partir de expertos en redes sociales que fueron relatando el comportamiento de las distintas estrategias de cada corriente política. Y en el otro extremo del cuadrilátero tuvimos las proyecciones de las encuestadoras de siempre, con resultados bastante peores que los de siempre.

Hoy Trump que ya nos tiene acostumbrados a esa dialéctica y la normalizamos, sigue aplicándola para extremar distancias entre Republicanos y Demócratas y está logrando recuperarse. Sigue la dialéctica del absurdo a raja tabla y le seguimos restando importancia a pesar de que nuestro ex-canciller Talvi renunció en Tweeter.

Y las consecuencias van a depender de cuán informados estemos. Siempre. Y de esa actitud depende la preservación de una estructura democrática en Uruguay. De hecho. Implica cuestionar la estructura comunicacional que sustenta a la figura que pusimos en el cargo de mayor importancia de nuestro país y a sus declaraciones. Que fue y es capaz de deconstruír la relevancia de un programa de gobierno y al actual presidente de la República Oriental del Uruguay en axiomas falsos en redes sociales.

Antesala del 2020 y patio del 73

La dialéctica de la implantación de hechos falsos siempre existió. Desde que el mundo es mundo y eso tampoco es nuevo. Pero funciona aún mejor en un país con fibra óptica e internet para todes. Porque tenemos un costado aún naif ante la #4ir que hace que gran parte de la población aún esté acostumbrada a no contrastar tabloides online. Que convive con el otro extremo instagramero que vive en la dinámica líquida de lo efímero y que creció en bonanza dónde todo estaba dado. Pero que tampoco puede cuestionar lo que no conoce. Porque los que nacimos dictadura insitu y aquellos que nacieron luego de 1985 hasta hoy, llevamos una 3cápsula vedada en nuestro adn. Ese portal de dolor que todavía nos cuesta. A muchos por haberlo vivido. A muchísimos más por haberlo desconocido.

Este factor no es menor. Estamos hablando de más de una década de vejaciones que nos sucedieron a todos. A algunos en la panza de nuestras madres, a otros en los silencios prolongados en la mesa, a otros más en un dolor sordo que no se deja oír. O que no sabe hablarse. Luego de varios años vinculada al MuMe, me doy cuenta de que hay más de 30 años dónde los desaparecidos son también los que nacieron. Porque aquellos a los que se le niega su historia, están en constante riesgo de desaparecer del tiempo en el que viven. Y entonces llegó internet. Que parecía ser, en el 1er Congreso de ICANN en el aquél entonces, Victoria Plaza Hotel, un portal infinito a la libertad en el año inaugural del siglo 21. Una libertad que nos incluía a todos aunando credos, colores y países en una estela de unidad. Aquella de la que nos hablaba Mauricio Gatti, aquella que nos describía Lewis Caroll con Alicia. Así como le abría la compuerta al mundo capitalista, también nos abría la puerta a otros hacia aquella justicia social que habíamos mamado de buena leche y que parecía volverse una Alejandría infinita y para todos.

La trampa estaba a la luz del día. Quienes horneaban el pan digital eran empresas. Aquél agosto de 2000 sin embargo, empresarios de champagne y gurises de alpargatas brindaban juntos por un futuro mejor y un potencial infinito. Y nunca nos preocupamos por legislaciones porque lo esencial era la posibilidad sucediendo. Algo así como atestiguar el nacimiento de un milagro. Como el de las izquierdas brotando a fines del siglo veinte.

Hoy las santas vpns nos salvan de regalar lo poco que queda de nosotros apropiado por aquel bollo de levadura que hoy es una matrix compartida entre Zuckerberg, Musk y Arari y algunos más. Y que hicieron que ese bollo de levadura hoy valga más que países enteros. Entonces Albert Einstein hablando de física cuántica con aquello de que el tiempo es relativo se hace carne.

Según el peruano Pablo Bermúdez, quién es Digital Transformation Officer y South America Sales Manager para Atypical Digital basada en Nueva York, 4 el orden mundial ya no tiene que ver con izquierdas o derechas, sino con quién desenvuelve qué, en este escenario. Entonces la trayectoria de llegada al gobierno de un mandatario supeditada a estrategias de tráfico, cobertura e impresiones que miden el pulso de su curso en el gobierno se vuelve una consecuencia lógica. Pero entonces las vertientes comunitarias y capitalistas dividen aguas una vez más. El partido de gobierno actual de Uruguay se apoya en la pandemia como trinchera para justificar la desarticulación del pensamiento crítico.

La dialéctica

Parte de una afirmación falsa, continúa con una conclusión aún más falsa y concluye rápidamente con un postulado aún más alejado de la primera afirmación que justifica el re direccionamiento de legislaciones vigentes hacia los intereses de quien las formula y las implanta. ¿Cómo es que esto sucede?

Bien, el principio básico es que la primera afirmación debe ser inadmisible bajo todos los cánones sociales vigentes. Tan inadmisible que nos deje en estado de perplejidad. El nivel de absurdo equivaldría al efecto obtenido de la citada linterna, pescando a la encandilada, en un pez. Luego viene una conclusión dónde no existe una conexión lógica entre la primera afirmación y lo concluido porque se planta una atribución desconectada y aún más grave que deriva en una solución completamente desconectada de la primera afirmación y la aparente conclusión.

Antecedente cercano: Damares pastora y legista

Así, traemos como ejemplo contrastable a la actual Ministra de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos de Brasil. Que a priori da la impresión de ser crear cortinas de humo que ocultan contextos políticos simultáneos. Pero no. En realidad, Damares se vale de ese recurso para ejecutar con rapidez los objetivos del gobierno en ejercicio, desviando el foco inicial de legislaciones vigentes hacia objetivos contrarios, los del gobierno en ejercicio. Así es que logra instalar a través de afirmaciones tomadas de la ideología de género que inauguró Ratzinger. Y así es que también logra transformar en trending topic la afirmación de que en las escuelas públicas brasileñas se está obligando a que los niños de 3 años tengan que elegir entre 70 orientaciones de género. Atacando de lleno al proyecto de educación sexual vigente.

Luego pasa la ola y nadie recuerda o se preocupa más por esos niños porque ella ofrece una solución salvadora que es suspender y penalizar a quienes imparten educación sexual en las escuelas. Dejando a los niños cada vez más expuestos, frente a cualquier situación de abuso, por ejemplo. Entonces aquello que catalogamos inicialmente como cortina de humo es en realidad la articulación del desmembramiento de una garantía. Ya sea legal, educativa o de cualquier índole que vaya en favor de la mejora en términos de conocimiento, autosuficiencia o independencia de algún tipo. Por que quién sabe dónde van a ir a parar esos niños torturados a elegir su género a los 3 años. Esa es la conclusión que incrementa la incertidumbre y la alarma social que posibilita el salvataje de Damares luego llevando agua para el molino Bolsonarista, y de acuerdo a los intereses del bajo clero brasileño que ocupa las bancadas religiosas brasileñas.

Damares, lo sabe mejor que nadie. Hace 20 años viene haciendo trabajo de hormiga en el Congreso brasileño desde las bancadas religiosas. Un bastión con el que Lacalle Pou no cuenta, gracias a un estado predominantemente laico y una desvinculación de hecho, entre religión y gobierno. Y gracias a Vero Alonso. Pero en el que encontró apoyo desde los centros pentecostales ubicados estratégicamente a lo largo y ancho de Uruguay. Dónde además confluyen concentraciones de destacamentos militares, cinturones de pobreza y baja alfabetización. El hambre y las ganas de comer. Y un flanco dónde se afianzan Cabildantes apropiándose de esas dos variables. De la pobreza y de las ganas de comer, también.

Alves es licenciada en Pedagogía y Derecho y pastora de la iglesia pentecostal Cuadrangular. Una figura que en estos últimos 20 años acciona y articula la entrada de todas las camadas religiosas al Congreso brasileño desde el cargo de asesora religiosa. Desde hace más de 20 años, desde ese rol y hoy como Ministra, se encarga de traducir los intereses de las bancadas religiosas al lenguaje jurídico de acuerdo a las legislaciones brasileñas. Preside una organización creada por ella, llamada Jures, a la que todo religioso aspirante y miembro del Congreso debe estar afiliado. Que basa su accionar en un juramento en el que se homologa la palabra de la Biblia como ley única, es decir, por encima de las contenidas en la Constitución brasileña vigente.

Así es que Damares conoce de primera mano a su arcilla. Creció con la dinámica aplicada por esta iglesia para captar comunidades en su mayoría, analfabetas y sumergidas en la miseria. Flanco que gracias a entre otros, un tal Jakobson, holandés y masón que anduvo días bien muerto de San José de Mayo a Montevideo hasta que sacó a la iglesia católica de los panteones. Y del estado uruguayo de santos y cruces. Así que a ese flanco finalmente, el que quedó sin cruz ni santo, ni migaja, lo captó varios siglos después el ala Cabildante.

La dialéctica del absurdo y el quién sabe multicolor

En Uruguay se vino cociendo a fuego lento a través de 2 ejes fundamentales. El primero, la inseguridad. Y el segundo, instalar la ideología de género y la decadencia de la gestión de los gobiernos de izquierda de los últimos 15 años. De esta forma esta dialéctica de mate bajo el brazo comenzó a preparar su propio caldo de cultivo. Y así asentó sus bases para instalar la “herencia maldita”, basándose en datos falsos, inexactos e incomprobables.

Aplicando estos axiomas como base, el equipo asesor de Luis Lacalle Pou finalmente logró que Luis, luego de más de 20 años desde su llegada al parlamento llegara a su meta. Llegar a la presidencia de Uruguay para limpiar su nombre y desvincular todo rastro de corrupción dejado en la presidencia de su padre, Luis Alberto junto a su madre, Julia Pou. Embanderado en premisas falsas, venció en marzo de 2020. Desde entonces, con pandemia declarada, las inexactitudes constantes son una muletilla que al principio se olía fábrica de humo. Pero el eje comunicacional hace que sean cada vez más frecuentes, respaldadas en el estado de emergencia sanitaria y en la tensión generalizada que solo permitía –y aún permite- restringir el campo de la lupa.

Entonces los axiomas aplicados con esta dialéctica del absurdo generaron alarma pública a partir de dos axiomas falsos. Convenció a muchos de que la falta de seguridad y la “herencia maldita” eran reales. Bien les cupo a los 30 años de oídos sordos y mudos sobre la historia arañada y vapuleada hasta dejarla invisible de la que poco y nada aún sabemos. Entonces muchos de los hijos de esas 3 décadas no vieron lo que no conocían. No identificaron lo que no les mostramos. Y ahora entienden de hambre y despojo. Sin haber entendido cómo ni por qué. Porque no nos lo contaron, porque no lo contamos. Esa brecha de 30 años dio los frutos esperados por las derechas y estaban listos para sostener la canasta.

De esta manera el absurdo de la #4ir respalda y propicia una 5contracción económica generalizada, creando varias burbujas inflacionarias hijas de una aún mayor. El axioma también falaz del gasto vs inversión. Nuevamente, más microorganismos de cultivo para las políticas liberales ya aplicadas en tiempos de su padre, pero sin pandemia. En este caso, un ecosistema producto de la imposición que no tuvo las excusas de miseria y carnet de pobre de los años 90. Esta vez es algo así como jugar con un respirador. En 1990 fue taparle la boca al asmático sin respirador. Para los efectos es como diferenciar una plancha de bodysurf de un buque. Ese insignia que les gusta tanto nombrar. Producida y empujada, la batería de reformulaciones restrictivas de los recursos existentes es hoy más evidente. Porque teníamos algo en la despensa.

El covid y la premisa falsa yorugua

Luego de una campaña electoral y mediática que sigue en marcha gracias a una columna de destrucción sistemática del patrimonio y de los derechos adquiridos en estos últimos 15 años con la LUC, el actual presidente hizo foco nuevamente en dos o tres premisas falsas. Puso en agenda el advenimiento de una nueva era basada en 500 artículos que nos salvarían de todas las pestes y de todos los males heredados. Y aún más allá. Más allá de la inseguridad, más allá de las injusticias y más allá –también- de la realidad. Así es que el caballo de Troya ingresaba a la vida de los uruguayos. Con 500 soluciones a problemáticas exclusivas de Uruguay, que aún no eran tales.

¿Cómo se explica esto luego de 15 años de productividad y avances inéditos? Se explica a través de la implantación de axiomas falsos que justifican el fin. Contra los que sí había antídotos desde hace más de 20 años, pero no los creímos relevantes o siquiera los miramos. La llave y la trampera estaban sobre la mesa. También. Se trataba de accionar al contexto social ya mencionado en condiciones inmejorables de llegada al electorado gracias a la revolución digital. Así como sucedió en Brasil y en todos los gobiernos de izquierda de la región, lo que las derrumbó fue un debilitamiento intestinal que se vio reflejado luego en las campañas en redes, que le dieron el golpe de horno final. El caso de Evo Morales uno de los más extremos y el de Lula, de los que tenemos más cerca y con mejores perspectivas hacia adelante. Y en todos los casos, a través de golpes de estado subjetivizados por premisas falsas en los medios de comunicación. Ni más ni menos.

La burocratización de las izquierdas y las bondades de un mundo dominado por una tecnocracia, hija de un capitalismo desgastado que sobrexpone y relativiza todo comenzó a infectarlas. Preparando el terreno para vías rápidas sin contenido que sirvieron de autopista a un Luis Lacalle Pou muy lúcido. Entonces en marzo la preeminencia de la pandemia frente a todo lo demás amplifica la evolución de lo que parecían micro-organismos inexistentes e inconexos de organizaciones fascistas, liberales y burguesías hegemónicas en crisis. Y entonces la #4ir nos mostró a todos y a todas, la barbarie del absurdo. En olas inmensas de trolls, sobre-desinformación y todoeltiempo en la subjetivización de la realidad. El cultivo ya estaba listo para neutralizar también a las ideologías y al hambre.

Axioma que sí

En relación a los demás países de Latinoamérica, Uruguay es visto como ejemplo en la zona por su estrategia en el manejo de la pandemia del Coronavirus. Una tasa baja de contagios y con un sistema de salud que nunca llegó a colapsar, los medios predominantes posicionan a nuestro país como a uno de los mejores de la clase.

Ahora bien, afortunadamente la historia de laicidad en Uruguay nos preservó de una Damaeres, pero tenemos a todo un equipo multicolor bregando axiomas falsos y hacia todos los flancos con el escudo del covid como pancarta para desbaratar 15 años de Batllismo frenteamplista. Porque el Herrerismo es anti-Batllista. Y esta esencia la explicó recientemente el historiador Gerardo Caetano, en una nota publicada en el semanario Brecha. Nuestro presidente se nutrió a lo largo de toda su vida, de esa teta que venía con Keynes recargado y algo de revolución industrial y status quo. Partiendo de una línea genealógica que llega hasta su abuelo Herrera dueño de una postura profundamente anti-Batllista. Después de todo, Batlle le dio de comer a los esclavos de Herrera y los hizo concientes del merecimiento de una retribución a cambio de su tiempo. Accionar que reprodujo su padre Luis Alberto Lacalle Herrera en 1990 y que Luis fervorosamente desea borrar. Por el bien de sus herederos, hasta el infinito y más allá, gracias a una de las señales más drásticas del deterioro de nuestro planeta y la locura.

6Recomendaríamos rumbear para las bibliotecas de la memoria, las de madera y también, porque no, hacia el Sr. Google. A fin de cuentas, nos debe mucho más Google que nosotros a él. Pero siempre, siempre, siempre, hacia las propias, a las que respiran. A las bibliotecas humanas de carne y hueso que exudan vida y no pueden parar de crear y pensarse y pensarnos en conjunto. Recomendaríamos despertarse.

Chica Da Silva
 

(*) Desde Montevideo

Fuentes y referencias:

1 Nota publicada en RT el 21 de julio de 2020: https://actualidad.rt.com/actualidad/360552-lacalle-incumple-promesa-rec...

2“Desinformación en la era digital y su impacto en la libertad de expresión y los procesos electorales de la región”

3 Nota publicada en La Diaria el 12 de setiembre de 2020: https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2020/9/manini-rios-ante-la-fis...

4 Nota publicada en Montevideo Portal en febrero de 2019: Ciencia-y-Tecnologia/Informe--Crecer-en-la-4ir-con-la-humanidad-y-un-orden-mundial-mirando-hacia-la-Luna-uc708319

5 Programa Legítima Defensa, 28 de agosto de 2020, Bloque económico: https://www.youtube.com/watch?v=NIharMKAguA

6 Nota publicada en La Diaria, 25 de agosto de 2020: https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2020/8/gobierno-pidio-a-cepal-...

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