Por Edgardo López Osuna (*)

Desconociendo si es la más bella historia de amor, posiblemente sea la más costosa, la más impresionante y alucinante demostración de afecto materialmente expresada. 

Taj Mahal (Agra – India) es un mausoleo construido por el Maharajá Musulmán (Mongol) Shah Jahan en honor a la que fue su tercera esposa, Mumtaz Mahal, después de que esta falleciera en el parto de su decimocuarto hijo de una hemorragia en el año 1631. Abrumado por el dolor sentimental, pidió diseñarlo de manera tal que él pudiera verlo desde su palacio, incluso desde su cama,  ubicado en una colina cercana.

La historia cuenta que Shah Jahan quedó prendado de su belleza desde que la vio por primera vez cuando ella tenía apenas 14 años.

El luto que experimentó el emperador fue tal que, tras organizar un entierro temporal para el cuerpo de su esposa, se dispuso a construir un espléndido mausoleo donde darle reposo. 

El proyecto estuvo a cargo de Ustad Ahmad Lahori, arquitecto de la corte.

El Taj Mahal, ubicado a orillas del río Yamuna comenzó a erigirse ese año, se terminó la década 1650. En su construcción participaron  20.000 trabajadores labrando, transportando y colocando los más finos materiales traídos de todo el mundo conocido. 

Además del mausoleo, el complejo funerario cuenta con jardines y edificios menores.

Es una fusión de estilos. Podemos encontrar elementos de estilo Persa, además del Islámico y del Indio. 

De mármol blanco, el valor material de la construcción se calcula en cincuenta millones de rupias, lo que equivaldría, teniendo en cuenta también el cambio de precio del mármol de una a otra época, a unos 600 millones de dólares, nada si lo comparamos con el valor emocional del conjunto.

Actualmente es visitado por 8.500.000 turistas al año.

Es una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno (para quien escribe la más conmovedora, apasionante y escalofriante de todas) junto a Chichén Itzá, en Yucatán, México; el Coliseo de Roma, en Italia; la estatua del Cristo Redentor, en Río de Janeiro, Brasil; la Gran Muralla China, en China; Machu Picchu, en Perú y Petra, en Jordania.

A la muerte del Maharajá (Rey de Reyes), su hijo decidió darle sepultura a su padre junto a su amada, por lo que actualmente los restos de ambos se encuentran allí. 

No intentes competir con el emperador musulmán Shah Jahan de la dinastía Mongola, por todos era sabido que la joven era su esposa favorita, por lo que el emperador decidió honrarla con este monumental mausoleo, por lo tanto si estas enamorado, toda demostración que decidas hacerle a tu amada será nimia si con esto la comparas.

(*) De Paraná Tur.

edgardo@parana-tur.com