Informe especial: morir en tiempos de pandemia

Todo cambió desde la aparición del coronavirus que sumió al mundo en una tragedia inimaginable. Desde la forma de convivir, moverse y relacionarse, hasta el instante del último suspiro de vida se vieron trastocados.

La muerte y los rituales a su alrededor como última despedida son un elemento constitutivo de las culturas del hombre desde el origen de los tiempos. Y hasta de esto nos está privando este virus que arrasa a la humanidad.

Quienes acaban de perder un ser querido tienen que atravesar un proceso de radical reconstrucción para adaptarse a la ausencia. Eso es un duelo. Y si en tiempos normales, en nuestra cultura occidental, un duelo nos enfrenta a un dolor abismal, es aún más difícil transitarlo en días de pandemia, cuando la distancia obligatoria por el coronavirus nos priva de lo reparador que es asistir al ser querido y los rituales fúnebres también están alterados.

Desde el inicio de la pandemia se repitieron las historias de familias quebradas por el dolor de no poder despedir a sus seres queridos, atravesadas por la angustia de saberlos solos en sus instantes finales, y con ello, también los reclamos por “humanizar la muerte”.

Recién en agosto pasado el Ministerio de Salud de la Nación emitió “Recomendaciones para el acompañamiento de pacientes en situaciones de últimos días/horas de vida y para casos excepcionales con Covid-19”. Se contempló el acompañamiento de las personas durante la internación y en su etapa final, y la posibilidad de recibir información y sostén emocional y psicológico.

En septiembre se dispuso una normativa similar en Entre Ríos, y desde el inicio de pandemia son 110 los fallecidos por Covid-19 en la provincia.

En este contexto, un informe especial del programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) mostró las distintas etapas y los protocolos que se exigen ante una muerte por Covid-19 en Entre Ríos.  

La pérdida

La secretaria técnica del Hospital San Martín de Paraná, Adriana Benmelej, explicó que los protocolos que se siguen ante los fallecimientos por Covid-19 “surgen de las directivas del Ministerio de Salud de la Nación y de Entre Ríos mediante una directiva que se llama COES 46”.

De todos modos, aclaró que “como no hay mucha evidencia sólida en cuanto al riesgo de contagio, o no, a partir de un cadáver con Covid, porque el virus es muy nuevo, lo que se hace es seguir los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2014 que se efectuaron para infecciones respiratorias agudas con tendencia a pandemias y/o epidemias, lo que surgió con posterioridad a la Gripe A”. 

Sobre el protocolo que se sigue en el nosocomio de Paraná detalló concretamente que “una vez que fallece el paciente sospechoso de Covid o Covid positivo, lo primero que se hace es taparle la narina (fosas nasales) con un algodón embebido en una solución desinfectante, que puede ser sales de amonio, amonio cuaternario o hipoclorito de sodio”.

“Como no pueden pasar muchas horas no se puede esperar a familiares que estén lejos, por lo cual se cita a las familias para que hagan una pequeña despedida de su ser querido, que también se efectúa bajo un estricto protocolo: es solo un tiempo acotado, no pueden ser más de dos personas, en lo posible que no tengan ningún factor de riesgo, deben colocarse todos los elementos de protección personal y tampoco pueden tocar al fallecido ni las superficies. Todo esto se hace en la misma sala de internación”, describió.

Y agregó: “Una vez efectuada esa despedida, se pone al fallecido en una bolsa de óbito que es de un plástico de alta densidad que tiene un cierre hermético y cuya finalidad es que no se derramen líquidos ni salgan gases del cuerpo. Realizado esto, se desinfecta la superficie de la bolsa y se lleva al fallecido a la morgue a la espera de que los familiares hagan todos los trámites correspondientes para que el servicio fúnebre retire a la persona”.

En este punto, comentó que “como esa bolsa está totalmente sellada y desinfectada, no hay ningún peligro de que se produzca contagio ni que haya un ambiente con virus”.

Recalcó además que “tanto el personal del hospital encargado de esta tarea como el de la funeraria debe utilizar elementos de protección especiales, que no son muy diferentes a los que usa un médico frente a un paciente Covid”. De todos modos, reiteró que “una vez que el óbito está en la bolsa y en el cajón tiene poca capacidad infectante, prácticamente no se considera que pueda infectar, y de allí va directo a la cremación o a la inhumación porque no se pueden hacer velatorios”.

Sobre la despedida de la familia, que en los primeros meses de la pandemia no se podía efectuar, Benmelej señaló que “desde el 2 de septiembre pasado hay un protocolo nuevo, donde se permite la visita de la familia al paciente que está en estado crítico o que se considera que está en la finalización de su vida”. “Con todos los protocolos, hoy se inicia el proceso de despedida y de duelo junto a la persona enferma, y se está empezando a implementar de a poco porque no es tan fácil ponerlo en marcha”, refirió.

La situación de la morgue

La funcionaria especificó además que actualmente hay un 70% de ocupación de camas críticas de terapia intensiva en el hospital y un 80% aproximadamente de ocupación de camas  de atención moderada. Los casos leves se atienden en el Hospital de La Baxada.

En este contexto, sostuvo que “no hay un aumento significativo de cantidad de muertes en este último tiempo, y la situación ya se vivió en otros momentos porque se repite todos los años en la época invernal donde hay mayor cantidad de fallecimientos”.

No obstante, admitió que en lo que va de los seis meses de pandemia “hubo dos días en que la capacidad de la morgue estuvo superada” y ante ello anunció que “el hospital está haciendo una readecuación de la morgue y ampliando la capacidad de seis a nueve lugares, teniendo en cuenta lo que pasa con la pandemia en otros países y en otras partes del país”. “Hasta ahora estamos en equilibrio y no hubo necesidad de ampliar más el lugar, pero tampoco hay mucho más lugar para agrandar; se controla el funcionamiento correcto de las cámaras y se está en proceso de compra de las nuevas cámaras”, detalló.

Aunque deseó que esta situación no se repita, aclaró que “en esos días en que hubo una sobrecarga no sólo se debió a la cantidad de fallecidos sino también a la demora de hacer el trámite los familiares o que no aparecen los familiares”.

“Esto se está viendo mucho: en muchos casos no hay familiares que se hagan cargo, por eso se emitió una resolución que determina que, tras una muerte, el hospital espera 48 horas para que aparezca la familia y en caso de que no haya nadie el hospital inicia el tramite con una persona que está destinada para ello”, informó.

A la hora de plantear los motivos de esta soledad de los pacientes, mencionó que “hay mucha atención a gente de geriátricos que a veces en esos lugares los abuelos son acompañados y a veces no y por eso sucede que no hay familiares cerca. También hubo gente fallecida de pensiones o gente que vive sola”.

“La morgue tiene una renovación más grande de cadáveres y ese paciente fallecido que antes estaba seis meses en la morgue ahora no se puede tener ese tiempo porque se necesita la cámara y por eso también apuramos el trámite. Trámite administrativo que muchas veces es lo que demora”, concluyó.

El último adiós

La segunda etapa a transitar cuando se pierde a un ser querido, es la del ritual del velatorio. Sin embargo, el coronavirus impide efectuar este tipo de ritos y las familias no tienen  posibilidad de despedir a sus seres queridos fallecidos.

Al respecto, el empleado responsable de la sala velatoria de Lampertti y Cía. SRL, Paulo Otero, contó al programa que “al tomar el servicio se verifica si el fallecido es Covid positivo; se busca el cuerpo que generalmente en el hospital San Martín o La Baxada se entrega ya siguiendo el protocolo sanitario, desde la cochería se acude con el ataúd, el cual se cierra en el lugar en presencia de los profesionales, y se retira el cuerpo que en ese caso no recibe velatorio”.

En este aspecto, remarcó que se realiza un trabajo conjunto con las morgues de hospitales y sanatorios: “Si bien al principio pudo haber algunos errores, desde los hospitales nos fueron informando la forma de proceder”. Acotó que para este trabajo el personal utiliza “mamelucos sanitarios, barbijo, máscara de protección facial transparente y hasta ahora en ese sentido la empresa siempre ha respondido en tiempo y forma con la provisión de los elementos”.

“Una vez que el personal retira el cuerpo, previo ponerse todo el equipo de protección, se sella el féretro y se lo desinfecta, y al llegar a la sala se desinfecta la vestimenta del personal y se la cuelga en un lugar aireado”, detalló.

Sobre la imposibilidad de efectuar velatorios, explicó que “si bien la empresa hace aproximadamente tres meses presentó un escrito en la Municipalidad de Paraná pidiendo autorización para los velatorios, hasta el momento no hubo respuesta”.

En tal sentido, informó que “lamentablemente a nivel nacional y municipal no hay velatorio de ningún tipo, y en esos casos en que el fallecido no es Covid positivo es más difícil que los familiares entiendan, por eso pedimos que se despidan en la clínica o el hospital”.  “Hoy no hay velatorios de ningún tipo en Paraná”.

Agregó que “dependiendo de la hora en que se produce la desgracia de la muerte se va directo al cementerio, con quien se coordina la sepultura, o se lo ingresa en una sala auxiliar que tiene dispuesta la empresa para esos casos”. Esto significa que “hubo que acondicionar un lugar especial para ese tipo de casos Covid positivos y se armó la capilla igual”.

Una vez en el cementerio, el personal del lugar se encarga del ataúd y cada uno tiene su protocolo distinto.

En este marco, Otero remarcó que “es dificilísimo explicarle a los familiares que no pueden despedir a su familiar, es engorroso y a nosotros también nos afecta, pero necesitamos que nos den una mano entendiendo la situación general que se vive”.

Morada final

La situación respecto de los servicios de inhumación en los cementerios es diferente en las distintas ciudades de la provincia. El programa Cuestión de Fondo mostró tres de ellas.

En Paraná, se dispuso de un lugar especial para los sepelios de fallecidos por Covid. El director del Cementerio Municipal, Adrián Gómez, sostuvo que “el protocolo dispone la exigencia del uso de barbijo o tapaboca para el público, un acompañamiento del sepelio de un máximo de 10 a 15 personas con un tiempo máximo de 30 minutos en el interior del cementerio”.

Agregó que “para el personal, los sepultureros que son quienes ingresan el ataúd con el fallecido deben usar mamelucos, guantes descartables y máscaras faciales, todo lo cual se tira luego de cada sepelio” aunque mencionó que “ahora también se incorporaron mamelucos nuevos que son reutilizables”.

Por otra parte comentó que “desde los sanatorios y hospitales se da aviso al cementerio cuando alguien fallece por Covid”. “Todos los días por la mañana se llama para ver la cantidad de sepelios que hay y nos informan si es con Covid, y cuando es con Covid se toman todos los recaudos posibles”, sentenció.

Sobre la cantidad de sepelios, afirmó que “desde que se dispararon los casos en Paraná, hace unas tres semanas, se incrementó la cantidad de fallecidos por Covid, y aunque quizás están internados por otras patologías pero terminan muriendo por el Covid”. Como ejemplo, mencionó que al viernes 18 de septiembre había 25 fallecidos por Covid, número que aumentó en pocos días ya que al martes 15 de septiembre esa cifra era de 16.

Gómez también informó que en cuanto a los trámites administrativos “también se incorporó un nuevo requisito que es el pedido de un certificado de hisopado, ya sea positivo o negativo. Por más que sea negativo se pide igual porque se está haciendo un archivo especial  por los casos de Covid”.

Asimismo, explicó que “el destino de los fallecidos por Covid, según dispone el protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es tierra o cremación, no nicho”. “Si es cremación corre por cuenta de las familias y en tierra hay un sector especial dispuesta en fosa baja”, señaló.

“En el cementerio de Paraná, siempre hay cinco lugares disponibles en tierra a donde van sí o sí los fallecidos por Covid. Son tres en fosa baja y dos en fosa alta, que antes de la pandemia quedaban sin utilizar entre dos o tres semanas y que en este momento no duran más de tres días. Pero siempre están disponibles esos cinco lugares”, explicó.

En Concordia, lugares especiales

La directora del Cementerio municipal de Concordia, Claudia Otaegui, informó que “desde que comenzó el problema de la pandemia se dispuso un sector especial en la parte de tierra, llamado sector 25, que se destina solamente para personas fallecidas por Covid, y que está ubicado a la izquierda del sector convencional de sepulturas en tierra”.

De todos modos, admitió que “hasta el momento, de cinco sepulturas efectuadas por Covid, tres fueron a tierra y otras dos fueron a nicho”. “Si bien se sugiere que este tipo de fallecidos por Covid sean cremados o vayan a tierra, a pedido de dos familias se usaron los nichos porque en ningún protocolo está prohibido esto”, aclaró.

Por otra parte, comentó que “todas las sepulturas tienen una rotación de cinco años y en ese tiempo se hace la exhumación. Pero en este caso, como todavía no se sabe cuánto tiempo tendrá que permanecer el cuerpo y posiblemente esos fallecidos deban permanecer más de cinco años, se decidió destinar un lugar específico para todas aquellas personas que fallecen de Covid.

Detalló que “para las sepulturas específicas de casos de Covid, los empleados deben utilizar la vestimenta necesaria. Si bien el cuerpo del fallecido ya llega dentro de su bolsa y en el ataúd ya desinfectado, el personal cuenta con mameluco, máscara fácil, tapabocas, guantes y tapa botas, y luego que se hace el servicio se desinfectan todos los elementos utilizados, la zona y la ropa con amonio cuaternario”.

La funcionaria refirió que “de acuerdo a los estudios realizados, la bolsa estándar donde se deja el cuerpo del fallecido demora 20 años en descomponerse y posiblemente en estos casos los fallecidos tengan que permanecer unos cuantos años”.

No obstante, mencionó que “hay una disyuntiva de quienes plantean que no es necesario esperar tantos años, pero eso se irá viendo con el correr del tiempo y por eso también es que se dispuso de este lugar especial para no tener que hacer la rotación a los cinco años como se hace con las demás sepulturas”.

Para quienes ingresan a visitar a sus seres queridos, se pide el uso del barbijo y el distanciamiento.

Crespo, sin protocolos especiales

Otra es la realidad en la ciudad de Crespo, distante a tan solo 40 kilómetros de Paraná. El encargado del Cementerio Municipal, Oscar Folmer, dijo que en el lugar “hasta el momento no hubo ninguna sepultura de fallecidos por Covid aunque está previsto que, en caso de haberlo, el protocolo es el que exige Epidemiología con la exigencia de usar barbijos, mantener la distancia y la prohibición de usar los sanitarios”.

No tenemos ningún otro protocolo previsto ni sé si lo habrá en algún momento porque el fallecido ya llega al cementerio en el ataúd con todas las protecciones para que el personal no corra riesgo. Se usará el alcohol en gel y guantes para evitar el contacto con las manijas del cajón pero no más que eso”.

“Hasta el momento no hemos tenido sepulturas de fallecidos por Covid ni hemos previsto un protocolo para el caso de que sucediera porque las funerarias ya tienen sus protocolos”, reiteró.

En el mismo sentido, dijo que “tampoco está previsto un lugar específico para sepulturas por Covid, y no se habló nada al respecto, por el momento hay capacidad”.

Respecto del acompañamiento de las familias,  afirmó que “no hay una restricción en cuanto a cantidad de personas aunque se pide que concurra la menos posible, pero no se impone ninguna restricción del ingreso porque es un espacio grande y abierto, y se recomienda mantener el distanciamiento”.

“La aglomeración de gente sólo se da en el momento de la sepultura y otro riesgo no se presenta, ni tampoco se ha tomado ninguna otra restricción que la prohibición de usar los sanitarios”, remarcó.

Finalmente, completó que “hasta este momento, pese a los seis meses de la pandemia, las sepulturas son absolutamente normales, no hemos tenido ningún comentario ni sospechas de que haya habido sepulturas por Covid sin informar”.

Con la colaboración especial de Horacio Osorio desde Concordia.

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