El ex intendente de Gualeguaychú y ex diputado nacional, Emilio Martínez Garbino, analizó la realidad del país en el marco de las serias dificultades económicas que se viven, profundizadas por la pandemia.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Martínez Garbino, manifestó su “preocupación” ante la realidad económica porque “el país tiene una cultura dolarizada y ha hecho del dólar un elemento natural”. De todos modos, analizó que “al margen de la situación económico financiera, subyace un tremendo tema político”.

Ante ello, dijo que la convocatoria de hombres reconocidos de la economía como Roberto Lavgana “puede ser” una alternativa pero advirtió que “muchos de los que aparecen como comentaristas en los medios, en algún momento estuvieron en la función pública, y ninguno dicen por qué no hizo lo que decía que había que hacer y nunca dicen cuáles fueron los reales obstáculos que encontraron”.

Como ejemplo, mencionó la baja de las retenciones a la soja que anunció la semana pasada el gobierno nacional y explicó que “la mayoría de los productores ya vendieron la producción es decir que no van a ser beneficiados directos de esto, porque ya trasladaron la soja al sector industrial o exportador que van a ser los grandes gananciosos de esta medida del gobierno”.

Ante ello, recordó que “en Argentina nunca se pudo tratar una ley de la cadena de valor en el Congreso” y sostuvo que “detrás del mundo de la política hay intereses muy fuertes a los que hay que combatir”.

En este contexto, consideró que “la negociación de la deuda con los bonistas ya ser terminó y la que vendrá a no muy largo plazo es la negociación sobre el tema nuclear, que lo tiene pendiente Argentina desde hace décadas”. “Argentina fue uno de los primeros países en cuanto a desarrollo nuclear pero todos los proyectos fueron desmantelados por las grandes potencias porque la energía nuclear le da independencia a un país. Estamos en este momento preocupados por la pampa azul, que es el mar y la pesca clandestina, que no se puede solucionar porque la única manera de tener una defensa es tener buques a propulsión nuclear, que nunca se desarrollaron”, describió.

Ante ello, se quejó porque “hay temas importantes que pasan desapercibidos para la gente y para muchos sectores de la política” y por ello afirmó que “si hay que pagar un peso más por la producción argentina, hay que hacerlo porque eso significa que no cierren nuestras empresas, nuestros comercios, significa empleo. Pero no hay decisión política, y si de ahora en más, las soluciones no involucran un proyecto político que esté acompañado por un sector importante de la sociedad, no tiene vida”.

Respecto del futuro de la gestión nacional, refirió: “Me gustaría que existiese una convocatoria amplia, porque la gente que sale a protestar es la gente que quiere sostener esto; no quieren que Alberto Fernández dé un paso al costado sino que quieren que reasuma el cargo de Presidente de la Nación y actúe como tal, que ejerza como tal, convocando a todos los sectores para darle un mayor sostenimiento a cualquier medida que se tome”.

“De todos modos, veo difícil que suceda porque hay un gobierno bicéfalo, hay una tirantez permanente y cotidiana y eso se ve en las marchas y las contramarchas, las declaraciones contradictorias de funcionarios y ministros, confrontaciones de provincias con la Nación. Hasta que no se resuelva eso será muy difícil gobernar y será muy difícil que esa convocatoria se haga”, analizó.

Opinó que “hubo un atisbo de eso al inicio de la pandemia y cuarentena cuando la sociedad en general acompañó las medidas de gobierno y vio bien la famosa foto de (Horacio Rodríguez) Larreta, (Axel) Kicillof y (Alberto) Fernández porque más allá del tema puntual del que se trataba se veía como un primer paso para acordar otras cosas y avanzar juntos, pero después eso se desvaneció totalmente”.

“Cuando el problema de fondo es político, también hay un problema de confianza. Hoy no hay confianza en ningún nivel y por lo tanto cada uno hace lo que cree que debe hacer y se rasca para adentro”, sentenció.   

La Justicia

Consultado por la relación del gobierno nacional y la Justicia, Martínez Garbino sostuvo que “la Corte Suprema dio un fallo que ni los más optimistas esperaban, porque de golpe se encuentra con un poder político e institucional y con un sector social que no habían percibido hasta ahora”.

“En el fallo está como insinuada una decisión para confirmar que estos jueces estuvieron bien en sus funciones y que no van a volver para atrás. En este país me reservo un margen para la duda, pero creo que está direccionado a confirmar lo que anticiparon haciendo lugar al per saltum”, sentenció.

Legisladores millonarios

Por otra parte, se refirió a la publicación del diario Perfil sobre los altos patrimonios de los legisladores nacionales y sostuvo que “quien hace una vida política jamás debería enriquecerse y por más altos que sean los sueldos, no hay forma de hacerlo para quien siente la vida política como una vocación de servicio”.  

Advirtió que “hay que pensar qué otra actividad tenían o tienen los legisladores en forma paralela a la política” y mencionó que “Atilio Benedetti es una persona honesta y tenía ya sus empresas antes de dedicarse a la política, ha sido un empresario exitoso”.