El monto surge del excedente del fondo especial recaudado en concepto de Tasa Extraordinaria de Seguridad Sanitaria, que se cobró durante la temporada de verano a los visitantes de la ciudad.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.