Imagen desde la cabina del Boing 787 de Enrique Piñeyro, comandado por él mismo (de espaldas en la foto). Lo que se ve a través del vidrio es la ciudad de pesqueros extranjeros. (Fotos: Franco Fafasuli)
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.