
Si bien en un principio llegaba a prueba a la entidad paranaense, tras ser observado por el cuerpo técnico en los entrenamientos de la jornada, dejó muy buena impresión y es muy factible que hoy se lo confirme como el nuevo refuerzo para afrontar la venidera temporada del Torneo Argentino B.
Luego de su primer día de trabajo en el Gato, el futbolista brindó sus primera declaraciones a El Diario: “Me trajo a Argentina Daniel Hernández (su representante). Supuestamente iba a ir a Chaco For Ever, pero hubo un problema económico. Había viajado, estuve entrenando y después que pasó el 31 de agosto, cuando cerró el libro de pases en todos lados (se refiere a equipos de otras Ligas), el presidente me planteó que el técnico no me había pedido, que no me quería”.
Y agregó: “Eso fue para bajarme el sueldo y le dije que no, porque él me había dado su palabra. Después lo llamé al entrenador y le pregunté si él no quería contar conmigo; y me dijo que no, que sí me quería. Entonces le dije a mi representante que me quería ir. Él habló con César Fontana (vicepresidente de Paraná) y de Chaco me vine para acá.
—Decidiste cortar por lo sano…
—Sí, la verdad que fue un manejo muy raro, que no solamente me pasó a mí sino también a otro uruguayo hace un año. Sabía lo que le había pasado y me arrepiento totalmente de haber ido, sabiendo lo que había sucedido con mi amigo. Yo me fui de Fénix porque en el club me habían trabado. En enero tuve la posibilidad de irme al Antofagasta de Chile y me dijeron que lo pensara bien; no me atendieron más el teléfono y no dejaron que me vaya. Cuando se me terminó el contrato no quise renovar. En Fénix me fui bien, la gente y los dirigentes me quieren mucho, pero siempre me querían dejar en el equipo y yo buscaba otra posibilidad.
—¿Al estar entrenando en Chaco quiere decir que estás bien físicamente?
—La verdad que estoy bárbaro físicamente. Además estuve entrenando en Uruguay antes de llegar a For Ever.
—¿Cuáles son tus expectativas para este semestre?
—Primero que nada mis ganas son las de quedarme y afianzarme acá, tratar de jugar y mostrarme. Tengo mucha fe y confío en mis condiciones, y me gustaría quedarme en el equipo y tratar de ayudar para poder ascender. Por lo que vi en mi primera práctica de fútbol hay un gran plantel, la propuesta del técnico me parece buena y me sentí muy cómodo por como entrenan. Estoy seguro que este equipo va a pelear el campeonato y me encantaría poder quedarme para ayudar a tratar de subir de categoría.
—Venís de Fenix, equipo con el que has jugado copas internacionales, ¿has ganado mucha experiencia?
—Sí, nosotros el año pasado jugamos la Copa Sudamericana contra la U de Chile, que terminó saliendo campeón. El primer partido lo jugamos contra ellos y perdimos 1 a 0 en Chile, y en la revancha empatamos 0 a 0 en Uruguay. Creo que fuimos el rival que más le costó porque después le ganó a todos los otros equipos prácticamente caminando. Por suerte hemos hecho buenas campañas con Fénix en el campeonato uruguayo, terminando dos veces segundos detrás de Peñarol y Nacional.
—¿La gente se va a encontrar con un típico central uruguayo, duro, aguerrido y con mucha personalidad?
-Sí, eso sin dudas. Me gusta mucho el roce, mis características son las de chocar, raspar, tirarme al piso y dejar todo. Aparte no soy malo técnicamente y soy rápido también; eso me ayuda para sacarle ventajas a los delanteros.
—¿Preferís jugar libre o marcando?
—En eso no tengo problema, en cualquier puesto de la defensa puedo hacerlo si hasta jugué de lateral. Si defendemos con línea de tres me gusta más sobrar; si lo hacemos con cuatro en el fondo puedo estar por el costado derecho o izquierdo, o de zaguero. No tengo problemas con eso.
—¿Algún referente?
—Referente es Paolo Montero, para mí es un espejo que siempre intenté copiar. Estoy a años luz de él, que se consagró en Juventus, donde es ídolo y fue capitán; además es buena persona. Me duele que hoy la selección uruguaya esté andando tan bien y no pueda estar él, porque se hubiese merecido ser parte de este momento.