Ciclista optó por colocar la pelota en el poste bajo con la intención de hacer la diferencia con la talla de Sordi Bogado, pero mucho le costó romper la última línea defensiva de Olimpia que para vulnerar el aro de su rival mostró a un activo Lamic, quien, en primera instancia, buscó la penetración y sino descargó la bola al perímetro para dejarle el lanzamiento cómodo a los tiradores.
No obstante, el ala-pivote fue efectivo destrozando la marca y así el CAO no probó tanto desde los lanzamientos de tres unidades (1/3), recurso que fue más utilizado por los dueños de casa, pero sin efectividad (0/4). Asimismo, Cicli malogró chances desde la línea de libres que lo hubiesen dejado mejor ubicado de cara el segundo chico (9/13). Todo lo contrario para la visita, que también se vio confiado en este aspecto (80 por ciento).
En el segundo tramo nada varió. El local siguió acrecentando su mala noche a la hora de conquistar canastas bajo el tablero, mientras que Olimpia gozó de buena salud con un Lamic intratable. Eso sí, los paupérrimos porcentajes desde afuera siguieron a la orden del día para ambos y la clara diferencia estuvo en la labor en la zona interior. El CAO sacó una luz de 14 tantos (36-22) y más tarde arribó al descanso largo tranquilo.
Si hay algo que reinó en el elenco Azulgrana fue la concentración y la paciencia. Ante un apresurado Ciclista, que también debió soportar a Lamic en defensa, el CAO manejó la distancia y si bien los locales amagaron con acercarse, una brecha de 10 puntos se reiteró durante el tercer chico hasta que sobre el cierre, los ingresos de Dreiszigacker y Enrique alejaron a la visita para así cumplir el primer mini objetivo de llegar a los últimos 10 minutos cómodo.
Cuando comenzó el cuarto final, Olimpia sacó una máxima ventaja de 23 puntos (62-39). Ciclista, a pesar de lamentar y desperdiciar posibilidades, siempre estuvo complicado a la hora de meter la bola abajo, nunca se entregó y poco a poco, muy lentamente, se encontró con un panorama distinto.
Si bien, por momentos, la ansiedad por definir le jugó una mala pasada, anuló los ataques de un Olimpia perturbado que ante la adversidad seguía sin perder la calma. Por lo menos hasta los segundos finales, cuando Garrone consiguió un dos y uno que a 46 segundos de la chicharra dejó a su equipo 70-68 abajo y ni que hablar cuando Armando igualó todo en 70 para llevar el desenlace a tiempo extra.
A este mini lapso, el CAO llegó diezmado, sin Heis, sin Geller, sin Faltoni, sin Zalguizuri. Y sin la confianza que supo tener. Ciclista, totalmente potenciado, cerró un parcial de 33 a 10 para pelear palo y palo hasta el epílogo. La seguridad se invirtió, y desde la línea de libres los locales, con gran responsabilidad de Garrone y de todo un equipo que nunca dijo basta, son los flamantes campeones tras cuatro temporadas de sequía, señala El Diario.
Foto: El Diario.