Chile, que alberga por séptima vez el torneo, sueña con romper una sequía histórica de títulos de la mano del DT argentino, Jorge Sampaoli y de una generación de futbolistas que brilla como nunca en el fútbol europeo.

La Roja clasificó a esta instancia como líder del Grupo A con siete puntos y un rendimiento de menor a mayor. Debutó con un sufrido triunfo ante Ecuador (2-0), mejoró el nivel en el empate con México (3-3) y cerró la fase con una goleada contundente ante Bolivia (5-0) en el estadio Nacional, escenario que recibió todos los partidos del local.

A su vez, el grupo que conduce el santafesino Sampaoli logró sobreponerse al golpe que significó el escándalo que protagonizó el mediocampista Arturo Vidal, quien en la previa del último partido de la primera fase chocó su auto en estado de ebriedad.

El conjunto trasandino fue uno de los mejores de la primera fase con un juego ofensivo, vertiginoso y goleador (con 10 tantos fue el que más marcó) y se ganó el elogio de todos los protagonistas del certamen.

No obstante, el camino para el dueño de casa tiene complicaciones porque, si bien nunca se puede elegir el rival, enfrente tendrá al seleccionado uruguayo, defensor del título y máximo ganador de la Copa América con 15 trofeos.

El equipo dirigido por Oscar Washington Tabárez accedió a este compromiso luego de finalizar con cuatro unidades en el tercer lugar del Grupo B, que compartió con Argentina, Paraguay y Jamaica.

El conjunto Charrúa venció por la mínima diferencia a los caribeños en su presentación, luego perdió con el seleccionado de Gerardo Martino también por 1-0 y en el último juego empató 1-1 con Paraguay, dirigido por Ramón Díaz, en un duelo donde predominó el juego aéreo.

Aún con la historia a su favor, la Celeste prefiere tomar el papel del invitado que arruina la fiesta del dueño de casa, tal como sucedió en Argentina hace cuatro años atrás, cuando eliminó en la misma instancia al seleccionado nacional.

En cuanto a lo futbolístico, Sampaoli, fiel a su estilo, no dio muchas pistas del equipo que pondrá en cancha. En los días previos enfatizó el trabajo de la defensa sobre todo en el juego aéreo, uno de los puntos débiles del equipo.

En este marco probó con el ingreso de Francisco Silva, un habitual volante, que se desempeñó en buen nivel en la zaga durante el último Mundial de Brasil 2014. De confirmarse su ingreso, que reemplazó en la nómina al lesionado delantero de Huracán Edson Puch, saldría Jean Beausejour y Gonzalo Jara pasaría al lateral izquierdo.

Por el otro lado, el Maestro tiene todo un poco más claro ya que el capitán Diego Godín volverá tras la suspensión en lugar de Sebastián Coates en defensa, Jorge Fucile se ubicará en el lateral izquierdo por el suspendido Álvaro Pereira y Cristian Rodríguez reemplazará a Abel Hernández en el sector izquierdo del mediocampo.

En Copa América, el último triunfo de Chile ante Uruguay (1-0) fue en 1983 en el estadio Nacional, pero nunca lo pudo superar en fase eliminatoria: perdió en la final de 1987 y en las semifinales de 1999.