El nuevo régimen reconocerá a los peones derechos como remuneraciones mínimas determinadas por el Consejo Nacional de Trabajo Agrario, que no podrán ser menores al salario mínimo vital y móvil y establecimiento de períodos y lugares de pago.
Prevé, además, la prohibición del pago en moneda distinta a la de curso legal, la bonificación por antigüedad, la prohibición de deducción del salario del valor de mercaderías provistas por el establecimiento y que la jornada de trabajo no podrá exceder de 8 horas diarias y 44 horas semanales, desde el lunes hasta el sábado a las 13 horas.
Mediante la norma se estipula, a su vez, el reconocimiento de horas extras, el descanso semanal, las condiciones adecuadas de higiene y seguridad, la provisión de ropa de trabajo por parte del empleador y el otorgamiento de licencias de la ley de Contrato de Trabajo y licencias especiales.
Otros artículos establecen la prohibición del trabajo de menores de 16 años bajo cualquier modalidad, la regulación del trabajo adolescente y las condiciones de vivienda digna, según consignó Parlamentario.
Los empleadores, además, deberán garantizar una alimentación de los trabajadores rurales “sana, suficiente, adecuada y variada, según el área geográfica y la actividad que desarrollen”.
Para el gremio UATRE, que conduce Jerónimo Momo Venegas, la iniciativa pretende “la destrucción del gremio”, pues intenta partirlo en cuatro partes.