A partir de la gestión del gobernador Sergio Urribarri se generaron protocolos con el Ministerio de Trabajo de la Nación y se articularon con la temática educativa. En tal sentido, días atrás se entregó 1 millón de pesos para acciones de formación y capacitación laboral, más precisamente para la adquisición de insumos y herramientas.

“Cada capacitador presenta su proyecto y al terminar se entrega al estudiante el certificado, avalado por el Consejo de Educación, con posibilidades de insertarse en el mercado laboral”, precisó Spitzer.

En este sentido remarcó que “es una forma concreta de dar cumplimiento a lo que dispuso el gobernador al decir que hay que encontrar el correlato entre lo invertido y el rendimiento escolar”.

Perfiles de capacitación
Entre las diferentes formaciones el funcionario destacó el convenio con Gas Nea. “La empresa que provee de gas a toda la provincia, ofrece a nuestros alumnos talleres de formación profesional y luego rinden acompañados de su capacitador para obtener su matrícula de segunda o tercera categoría”.

Spizer señaló además, que en distintos lugares de la provincia ofrecen “talleres de capacitación con un total de 53 perfiles”. “Hay capacitaciones que tienen que ver con la familia de la herrería, de la mecánica, de madera, por citar algunos. Son todas posibilidades para que los entrerrianos se puedan capacitar en las diferentes demandas de su localidad”, detalló.

Los cursos tienen una duración de hasta 480 horas cátedra y se pueden desarrollar en el transcurso de dos años, aunque hay algunos de menor duración por ser de menos complejidad.

La coordinadora de los centro de capacitación en Paraná, María Chaparro, detallo que en la capital provincial hay 10 centros comunitarios. Cada centro cuenta con una matrícula de aproximadamente 300 alumnos, distribuidos entre los diferentes cursos de formación y educación primaria y secundaria semipresencial.

“El objetivo es capacitar a jóvenes y adultos para insertarlos en el ámbito laboral. Todos los centros recibieron aportes del Ministerio Trabajo de la Nación. Para Paraná fueron 220.000 pesos para insumos. Luego, se enviarán más recursos con el fin de estimular y profesionalizar los centros de adultos e invertir para un mercado interno”, añadió.

Entre los cursos que se brindan, se puede mencionar: panificación, instalaciones eléctricas domiciliarias, auxiliar de carpintería, peluquería profesional, tejido manual, telar, electricidad del automotor, huerta, mecánica diesel, refrigeración, herrería, auxiliar en construcción, instalador gasista, operador de PC, asistente y armado para reparación de PC, operador informático, diseño gráfico asistido por PC y gráfica aplicada, entre otros.

Uno de los 10 centros comunitarios que existen en la capital entrerriana es el Nº 15, de capacitación laboral y de formación profesional, que funciona en Azcuénaga 152. Su coordinador, Andrés Di Gaetano, comentó que “está pensado para personas de entre 14 y 18 años, que han quedado fuera del sistema y necesitan un proceso de reinserción social, pero también abarca a adultos en general”.

En el lugar se dictan cursos, tales como mecánica del automóvil, herrería (con todo tipo de soldaduras pero se hace hincapié en las eléctricas de nuevas generaciones), carpintería, operador de PC (este año recibieron entre 12 y 16 computadoras programadas).También tienen el área de refrigeración y de aire acondicionado, y luego de finalizar el curso se brinda la posibilidad de matriculación.

El centro está conformado institucionalmente por un coordinador que es el responsable institucional, y dos áreas: la de formación profesional y capacitación. Cada una de ellas cuenta con personas idóneas, técnicos, matriculados.

La mayoría de quienes imparten la capacitación, viven del oficio que enseñan. Esos son los capacitadores de adultos. Por el otro lado, quienes se ocupan de la etapa educativa, son docentes nombrados por concursos. Hay un importante número de ellos en la provincia.

Allí concurren personas que quedaron fuera del sistema y otras que no. “Se pueden distinguir tres tipos de alumnos: tenemos un sector etareo que ha llegado con la Asignación Universal por Hijo; están los que se interesan en la capacitación y los que se trabajan con derivación a las escuelas, según el nivel de educación que el alumno tenga” manifestó Di Gaetano.

De este modo, se enseña un oficio y una reinserción en el sistema educativo formal. “A nosotros se nos identifica con la educación no formal, pero en realidad estamos todos dentro del mismo sistema de formación”, acotó.

“Aquí vienen personas que no han terminado el secundario y otras que quieren aprender un oficio porque les gusta. Hay otros que saben el oficio pero necesitan el título por cuestiones laborales, y después están las personas adultas que vienen a completar un oficio y otras pocas que vienen por hobbie” explicó el coordinador del centro.

Desde la entidad se trabaja también con personas que no concluyeron la escolaridad, reinsertándolos en el sistema. Las instancias de educación primaria son todas presenciales. “Tenemos el secundario semipresencial. Estamos trabajando con la escuela María Reina Inmaculada del Barrio Maccarone. Cuando fuimos a este barrio nos encontramos con más de 20 analfabetos que se inscribieron en forma espontánea. Al centro concurre gente de ese barrio y ellos fueron los que nos abrieron las puertas y nos acompañaron para convocar a las personas y traerlas al centro. Es decir que se hace todo un trabajo social. Ese es el valor agregado que tenemos”, detalló.

Financiamiento
“Hay distintas formas de financiamiento para los centros comunitarios enmarcados en la Ley Federal del Plan de Mejoras, que designa un porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) a las escuelas, coordinado por Educación Técnica. Desde el 2008 a la fecha, se empezó a mejorar el presupuesto que ahora es de 180.000 pesos aproximadamente”, explicitó el coordinador del centro.

Por otra parte, manifestó que “este año, a eso se le suman los aportes hechos por el Ministerio de Trabajo de la Nación, destinados a insumos. Esto a nosotros nos permite planificar de una manera mucho más óptima”.

“Hoy llegaron mobiliario y 10 computadoras de Nación por un monto de 40.000 pesos, donde el Ministerio de Educación de la Nación pone el 60 por ciento en conjunto con la Unión Europea , destinado para Educación y Formación para el Trabajo para Jóvenes. Son computadoras que ya vienen con sistema inalámbrico, con monitores planos. Es decir que hemos tenido una fuerte inversión del Estado en estas áreas.”

Estas inversiones han permitido reformular los espacios y los programas en el centro de capacitación. “El Estado antes estuvo ausente durante muchos años. Ahora con esta gestión estamos muy cómodos, contamos con los recursos y podemos brindar una calidad educativa muy significativa” agregó Di Gaetano.

Respecto del destino que le dan a lo que producen, dijo: “Tratamos de relacionarnos con instituciones o escuelas que requieren arreglos de bancos, de bibliotecas o instalaciones eléctricas, entre otros servicios. Hacemos trabajos a terceros y otros que tienen que ver con el bien público. Además, en este momento estamos trabajando en un programa del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que nos compró la madera. Vamos a hacer el primer prototipo para mesas posturales para personas discapacitadas. Estamos estudiando la demanda y después vamos a ver qué podemos cubrir nosotros. Esto sale muy caro porque es algo muy específico que no sale en serie.”

Por otra parte, detalló que tienen convenios con instituciones y se encuentran abocados a los arreglos de algunas plazas de Paraná. “Igualmente, estamos tratando de recuperar el sistema de pasantías para los egresados del centro, encarado dentro de una política de apertura social y al trabajo para sacar adelante a nuestros estudiantes”, puntualizó.

Otro ingreso familiar
Alejandro Garay, empleado público de la Municipalidad de Paraná, se está capacitando en herrería, curso que se dicta durante un año. “Es una herramienta más para una salida laboral inmediata. La gente acá es muy cordial, hay un clima de camaradería, somos gente de todas las edades. Este año se formó un grupo lindo”, comentó.

Respecto de las expectativas sobre la salida laboral que le puede ofrecer la capacitación, expresó que “uno tiene el anhelo de llegar a tener su microemprendimiento propio o a la tarde poder conseguir un trabajo en una empresa, montar un taller, tener algunas changas, lo cual significa un ingreso más para la familia”.

En el taller se hacen distintos tipos de soldaduras (autógenas, eléctricas, de punto y otras), balcones, instrumentos y tachos para asar y rejas. “Acá no pagamos nada; hay que valorar que sea gratuito”, concluyó.