Darrichón se manifestó conmocionado por el crimen de quienes –dijo- “por sobre su condición de policías que cumplían con su deber, eran ante todo padres, esposos, hijos de familias que ahora no tienen consuelo por la irreparable pérdida”.
Además, afirmó que “aunque en situaciones como éstas, las palabras no alcanzan para mitigar el dolor, he conversado con la esposa del cabo primero Marcelo Zárate y me he puesto a disposición de las familias”.
El intendente sostuvo que “en forma conjunta con el Ministerio de Gobierno y con la plana mayor de la Policía de Entre Ríos, respondimos a la solicitud de una mayor presencia policial en las calles de nuestra ciudad tal como lo plantearon nuestros vecinos en las reuniones barriales que mantenemos periódicamente”.
Aclaró, sin embargo que “jamás se nos cruzó por la cabeza la hipótesis de un crimen de estas características. Tal es así que evidentemente los funcionarios que fueron asesinados, actuaron del modo que lo hacen habitualmente en una ciudad donde este nivel de violencia no registra antecedentes. No tuvieron tiempo ni de sacar sus armas”, reveló.
Visiblemente indignado, señaló que “se sospecha que el autor del crimen es el mismo hombre, presumiblemente oriundo de Rosario que horas antes había sido detenido, y luego puesto en libertad, por el arrebato de una mochila a una joven en las inmediaciones del Colegio Mixto y que registraría dos identificaciones apócrifas”.
“Lo prudente ahora es dejar que la Justicia actúe. Yo no puedo aventurar conjeturas, pero de lo que no tengo dudas es que de ser necesario, me pondré al frente del reclamo de los familiares y de los vecinos que hoy sienten dolor e impotencia por la muerte de dos hijos de esta ciudad a los que les quitaron sus vidas por velar por la seguridad y la tranquilidad de su gente”, concluyó.