El ministro de Economía, Roberto Lavagna, advirtió al gobierno de Estados Unidos que el Fondo Monetario Internacional estaría "interfiriendo" en la negociación que el Gobierno argentino lleva adelante con los acreedores privados de la deuda en default. Esta interferencia se evidenciaría en la demora del organismo de crédito para aprobar la tercera revisión de la metas comprometidas, que se preveía para antes del receso en que ingresa el FMI a partir del 7 de agosto próximo. La queja fue elevada por el embajador argentino en Estados Unidos, José Octavio Bordón, al Departamento de Estado norteamericano, en virtud de que ese gobierno que es uno de los socios más importantes del FMI.
Según informaciones periodísticas que se reflejan hoy en los matutinos porteños, el gobierno elevó ya una queja formal al considerar que algunos directores del FMI que representan a integrantes del Grupo de los 7 estarían "bloqueando" la votación sobre el programa de metas en Argentina ante la presión de los acreedores.
De todas formas, en esa misma comunicación, Lavagna había sostenido que Argentina no postergará la gira prevista para presentar la oferta a la deuda, que se efectuará durante agosto y septiembre próximos. Sin embargo, se prevé que si el FMI no aprueba la tercera revisión antes del inicio de la gira promocional que harán los funcionarios argentinos, ésta corre el riesgo de no ser aceptada por una gran cantidad de acreedores, como necesita el plan diseñado pro el gobierno.
Al ser consultado sobre este punto en su gira por Venezuela, el Presidente Néstor Kirchner señaló en las últimas horas que "no debería haber problemas" en la aprobación de la revisión, porque las metas comprometidas están "sobrecumplidas".
En el Palacio de Hacienda preocupa que la estrategia del FMI, en apoyo a los acreedores, demore la aprobación de la tercera revisión para septiembre y esto provoque además que se junte esa decisión con el comienzo de la cuarta revisión prevista para ese mes. Esto sería debido al receso de verano del organismo internacional que comienza a partir del 7 de agosto y se extiende hasta los primeros días del mes siguiente.
En la cuarta revisión está previsto comenzar a trabajar con el FMI en la discusión de la metas fiscales, incluído el superávit primario, para 2005 y 2006. Desde el gobierno se considera que no debería haber problemas con los tres pedidos de disculpas que pidió por la misma cantidad de metas estructurales que no cumplió, como en el caso de la ley de Responsabilidad Fiscal, compensación bancaria y asesores para el Banco Nación.
Desde Economía se sostiene que "no debería haber problemas con el pedido de dispensas" ya que Argentina "cumplió con las metas fiscales y no importan tanto las demoras estructurales".