Por Ayelen Waigandt
De ANÁLISIS DIGITAL
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Ni el frío, ni el fuerte viento, ni la llovizna, acallaron las voces de gran cantidad de mujeres que en Paraná se congregaron durante la tarde de este miércoles en Plaza Alvear para llevar adelante una vigilia a la espera del histórico debate que desarrolla el Senado nacional sobre el proyecto por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.

Los pañuelos verdes y la música invadieron esa zona de la ciudad, en apoyo a la iniciativa. “Es un día histórico que muchas de nosotras pensamos que no lo íbamos a ver cuando tomamos la posta de otras compañeras que venían luchando desde el retorno de la democracia; pero se dio”, señaló Lucy Grimalt en diálogo con ANÁLISIS DIGITAL.

En cuanto a la importancia de la jornada, destacó: “Estamos por terminar una etapa en esta gran lucha, hemos cumplido con creces las expectativas que teníamos, porque el gran reclamo era que se abriera el debate en el Congreso para que se escucharan las razones que tenemos, que son razones de justicia social porque generalmente las que se mueren son las mujeres más pobres que no tienen los medios para poder realizar un aborto”.

“Pero también son razones de derecho, ya que quedó claro que esto no es inconstitucional porque ya cuando se dio el debate de la reforma de la Constitución argentina en 1994 quedó abierta la posibilidad de que si en algun momento se trataba el tema del aborto no iría contra ningún tratado ni de los preceptos de la Constitución Nacional”, agregó.

La funcionaria sostuvo en ese sentido, que “además en el debate quedó claro que también es un problema de salud pública, porque es un emergente sanitario muy grave que tenemos: una sola mujer que se muera a causa del aborto es una tragedia en términos sanitarios, porque no debe morirse nadie”.

Consultada por la continuidad de la lucha, más allá de cómo se dé la votación en el Senado, Grimalt aseguró que “seguirá de la misma forma en que viene hasta ahora” y adelantó que “si no se aprueba hoy, volveremos a presentar el proyecto de ley oportunamente, y mientras tanto vamos a redoblar el esfuerzo”. “Quedó claro cuáles son los argumentos de cada lado, y lo que vamos a hacer es trabajar con la sociedad, en talleres y capacitaciones, para esclarecer y seguir profundizando aún más los argumentos por los cuales hay que legalizarlo”, anunció.

Asimismo, destacó que “el saldo positivo que queda de estos cinco meses en Entre Ríos es que ha crecido de forma muy importante la Red de Profesionales por el derecho a decidir que acompañan a las mujeres que están en situación de querer abortar, la Red de abogados y abogadas por el derecho a decidir, la red de docentes que luchan por una verdadera educación sexual integral; y también ha crecido el número de estudiantes que están exigiendo la implementación efectiva de la educación sexual integral”.

“Esto quiere decir que nos hemos expandido en toda la sociedad después de estos cinco meses y a partir de ahora tendremos un trabajo muy importante para que efectivamente se de educación sexual integral en las escuelas y para acompañar a las mujeres que se encuentren en situación de abortar. Es un trabajo que deberemos hacer en cada lugar en que nos encontremos; yo como responsable del Programa de Salud Sexual y Reproductiva y mi gran responsabilidad será ver que los anticonceptivos estén en todos los efectores de salud, que las consejerías de salud sexual y reproductiva se realicen, que la mujeres reciban la información que tienen que recibir de manera que puedan decidir por el mejor método anticonceptivo, que sepan que si utilizan un método anticonceptivos y toma otro medicamente por otra enfermedad, ya sea un simple resfrío, ese anticonceptivo no será tan efectivo”, reflexionó.

“Tenemos un trabajo muy importante en la sociedad porque sabemos que más temprano que tarde la ley va a salir. El primer paso ya está dado y es el fundamental: hemos logrado legitimidad en la sociedad, y el cambio que hay es impresionante porque se sumó la generación de jóvenes”, aseguró.

“Nosotras no tuvimos la oportunidad de poder hablar con nuestras madres y abuelas de este tema pero hoy esta generación sí lo está haciendo y no va a permitir que la lleven a la oscuridad, porque esta generación ya se apoderó de este derecho. Esto no es una ley, es un derecho, y cuando tomamos conciencia de nuestros derechos no hay nadie ni nada que nos lo pueda quitar”, concluyó.