La Multisectorial de Derechos Humanos de Entre Ríos convocó a una manifestación frente al Juzgado Federal de 25 de Mayo 256. Desde las 9 habrá un festival popular con músicos invitados y una intervención teatral a cargo de actores locales. Luego se escuchará el veredicto del juez desde la calle –el acceso a la sala de audiencias será limitado por sus pequeñas dimensiones– a través de un sistema de audio y video, para luego continuar con los espectáculos.
Según publicó Uno, organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos irán a acompañar a las víctimas y familiares en lo que se considera un momento histórico para la etapa democrática en la ciudad y la provincia. Especialmente recordarán a los desaparecidos cuyos casos están incluidos en la causa: Juan Alberto Osuna, Carlos Fernández, Victorio Erbetta, Claudio Fink y Pedro Sobko.
Los alegatos
El juez se expedirá sobre lo que fue el alegato de las partes, presentado por escrito el 30 de octubre, Los fiscales Mario Silva y José Ignacio Candioti y los abogados querellantes describieron el funcionamiento de la represión ilegal en Entre Ríos y la responsabilidad que le cupo a cada uno de los imputados. Las querellas peticionaron que se aplique el delito de genocidio, o bien se considere que los delitos fueron cometidos en el marco del genocidio que asoló al país durante la última dictadura cívico-militar.
También solicitaron que se caractericen los delitos sexuales sufridos especialmente por las mujeres víctimas por su condición de tales. Los fiscales hicieron hincapié en la “magnitud del daño causado” a las víctimas y a sus familiares para “dimensionar adecuadamente la gravedad de los delitos cometidos”.
En ese sentido citaron a la actual decana de la Facultad de Humanidades de la Uader, Rosario Badano, quien al declarar sobre sus padecimientos en los centros clandestinos de detención expresó: “Nosotros tenemos escritos en nuestras memorias y nuestros cuerpos lo clandestino de la represión”. Al solicitar perpetua para el policía federal Demonte, Candioti y Silva resaltaron que intervino personalmente en la detención de los hoy desaparecidos Sobko y Erbetta y en el homicidio del primero.
Además sostuvieron que fue “una pieza clave en el andamiaje de la represión ilegal en Paraná”. Sobre el represor Appiani, militar y abogado, resaltaron que “su accionar, acentuadamente despreciativo de los derechos humanos, resulta privado por completo de atenuantes”. Subrayaron su “involucramiento personal” en los crímenes, su presencia activa en los campos de concentración, en las sesiones de tortura y en las “farsas de juicio” de los Consejos de Guerra. Y destacaron que “actuó motivado por un profundo odio hacia las víctimas” y con “actitudes llenas de crueldad individual”.