El funcionario recordó que en períodos previos “la devaluación se daba porque no alcanzaban los dólares de la balanza comercial para pagar importaciones” y destacó que “hoy el peso de los pagos de los vencimientos son los más bajos de la serie histórica”. “Los dólares del comercio -continuó- vienen entrando en la economía”.
Respecto a los proyectos, dijo que “ese mal endémico de la economía argentina, la poca confianza en la moneda que ha llevado a atesorar fortunas no declaradas en dólares o pequeños ahorros para preservar ese valor en dólares, queremos encausarlo al activo más seguro, más rentable de nuestra economía, y en esta situación de incertidumbre mundial uno de los más rentables: la inversión en bienes, activos estratégicos, energía y en construcción”.
El viceministro de Economía señaló que “todos los indicadores de solidez de la economía dan perfectamente bien”.
No obstante, reconoció “problemas de demanda externa por la caída del crecimiento de los países socios comerciales de la Argentina” como Brasil, China y los miembros de la Eurozona, regiones a las que se destina el 50 por ciento de las exportaciones argentinas.
Kicillof calificó de “previsible” la “desaceleración de la inversión porque estamos en situación de estancamiento a nivel mundial”.
En ese contexto, el funcionario destacó la creación de “instrumentos para permitir que esa disponibilidad de divisas que está ociosa vaya a algo productivo, que va a alimentar la cadena de crecimiento con inclusión social para revertir una historia reciente de desindustrialización y cada vez más especulación y financiación”.
En otro tramo de su intervención, el viceministro de Economía remarcó que “hemos reaccionado con una batería enorme de políticas para sostener el proyecto del producto industrial per cápita”, al considerar que “la producción industrial es generadora de empleo de calidad, con buenos salarios, generadora de tecnología, de innovación. Es una de las locomotoras del desarrollo mundial”.