Gabriela Bresin (especial para ANALISIS DIGITAL)
Llegamos al lugar, preguntamos por Mariela y muy amablemente ella nos recibió y buscó un cómodo y tranquilo lugar para llevar a cabo nuestra entrevista. De esta forma, comenzamos.
—¿Cómo fue que comenzaste a practicar el judo?
—Mi papá era árbitro de fútbol e iba a la sede de la Liga Paranaense, a una cuadra de ahí hacían judo, entonces me iba a mirar, hasta que un día el profesor le dijo a mi padre que a mí me interesaba, que me mandaran, y así empecé judo, tenía 6 años.
—¿Qué fue lo que más te atrapó del deporte?
—Que es un deporte individual, es un estilo de vida. El deporte en realidad me dio a mis amigos, más allá de los logros personales que tuve, me hizo conocer el país. Viajé muchísimo con el deporte.
—Hasta hace unos años, el judo era un deporte más bien masculino, ¿cómo fue la inserción de una mujer?
—Al principio luchábamos con varones, no había categorías de mujeres como ahora. Para mí es mejor entrenar con hombres porque son más cuidadosos y muy respetuosos.
—¿Practicaste otra arte marcial?
—Todas, pero me quedé con el judo, porque es una lucha cuerpo a cuerpo a diferencia de las otras que son a distancia. Es más completo, hay derribos, estrangulamiento, palancas, golpes, aunque no se utilizan deportivamente, pero uno los va aprendiendo. Es distinto, para mi es más completo.
—¿Alguna vez fuiste profesora de judo?
—Si, muchas veces, yo vivía en Concordia y fui profesora ahí, también en Paraná, fui directora técnica, hice muchas cosas con el judo.
¿Te gustaría seguir como profesora o entrenadora una vez que dejes de luchar?
—Si, tal vez, pero lamentablemente en Paraná está despareciendo el judo, se practica muy poco. Surgieron otras artes marciales como Pakua. Me gustaría entrenar, todo depende de los tiempos que tenga.
—Después de varios años de no luchar, volviste y te fue muy bien.
—Hice mucho deporte cuando era joven, pero en el año 90 deje de luchar. Hasta ese año luche en Argentinos, salí tercera, después segunda y dos veces campeona y retomé este año con un mes y medio de entrenamiento y me fui a luchar en la categoría Máster, que es de 45 a 50 años, pero como no había nadie me anoté en la categoría en la que luchaba cuando era joven y salí tercera, había siete competidoras y luché con chicas de 20 a 25 años.
—¿Qué te hizo volver?
—Porque mis hijos ya están grandes, en su momento dejé por convencimiento mío, no porque mi marido me pidiera que deje, no, fue por elección propio. Este año tuve una invitación para participar, lo charle con mi familia me apoyaron y quise volver.
Ahora tengo una meta que es el Campeonato Mundial del año que viene, en octubre en Brasil.
—¿Tu familia te acompaña?
—Nunca van conmigo. El más chico hace judo, pero es un deporte muy difícil de entender para aquel que no lo ha practicado nunca, es muy entreverado. Para aquel que no entiende, que no sabe las reglas, es muy difícil, no es como los deportes más populares como el básquet que vos decís, la encesta y gana. El judo es muy complicado porque es una lucha cuerpo a cuerpo.
—Haciendo un balance, ¿qué te dejó el judo?
—Es una pasión, no tengo pereza en ir a practicar judo jamás, para mi es una pasión, es algo que no te lo puedo explicar con otra palabra. Lo que me dejó el judo son mis amigos, la gente, el ambiente, mis profesores, es una escuela de vida además de lo competitivo uno aprende a respetar al otro, aprende a ser más calmado. Siempre digo, que la persona que practica artes marciales es una persona medio violenta, sino hubiera practicado patín artístico. Son personas con rasgos un poco violentos que por ahí uno lo puede manejar y encausar con las artes marciales.
—¿Qué consejo le daría a un chico acerca del deporte?
—Que el deporte los va a llenar de amigos, de gente, los va a mover en un ambiente sano, que es importantísimo, y si ese deporte tiene competencia es aún mejor, porque la competencia hace que uno se supere en la vida.
—¿Cómo vas a prepararte para tu próximo torneo?
—Estoy entrenando en Santa Fe con un profesor de allá, voy martes y jueves y pienso seguir haciendo eso. Y acá estoy haciendo judo también en el Club Peñarol, con un profesor los lunes y miércoles. Ese va a ser mi entrenamiento a partir de enero, creo que son los últimos años deportivos que me quedan y quiero lograr algo más de lo que logré hasta ahora.
De esta manera finalizamos la entrevista, Mariela nos acompaña hasta la puerta mientras charlamos acerca de diferentes temas, al llegar a la puerta agradecemos la entrevista, nos despedimos y salimos del lugar pensando en que todos los días se aprende algo nuevo.