“Teniendo en cuenta el informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, que presenta un detalle de las cantidades de trigo declaradas, hemos podido avanzar en esta decisión, liberando cupos de exportación que beneficiarán a productores de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos”, precisó Boudou.
En esa línea, amplió: “Acá no hay decisiones que se toman de un día para el otro, es una prioridad de este gobierno que los argentinos mantengan el aumento del consumo y accedan a lo básico e indispensable”. A modo de ejemplo, el ministro comparó la situación de los pequeños productores con lo que pasó en 2003, cuando un importante número “tenía gigantescas hipotecas sobre sus propiedades, con una incertidumbre monstruosa”.
Por su parte, Domínguez estimó que este año la cosecha de trigo se ubicará en el orden de las 16 millones de toneladas, con un saldo exportable de 8,8 millones. “Hasta el momento se declararon 12,8 millones de toneladas sobre un total estimado de 16 millones y, entre consumo interno y saldo exportable, tenemos liberadas casi 15 millones de toneladas de trigo”, detalló.
“El Estado argentino está garantizando la seguridad alimentaria, son políticas que se sostienen y se llevan adelante en el tiempo”, concluyó el titular de Agricultura, según consignó Télam.