“En la República Argentina hay un discurso único, que es el que lleva el gobierno, y acá hay que armar el contradiscurso como necesita toda democracia”, sostuvo Fabián Rogel, candidato a diputado nacional por el Frente Progresista Cívico y Social. “Vengo hace 30 años sosteniendo que hay que discutirle las cosas al poder, que para eso nacieron los partidos políticos y para eso nación el partido radical”, asentó y puntualizó: “Hay que instalar el tema del sistema financiero, hay que reformar la Carta Orgánica del Banco Central, hay que hablar sobre la renta petrolera, sobre la posibilidad de reconstruir el ramal troncal ferroviario en la Argentina, sobre todo el ramal de cargas para que haya alimentos baratos. Ese contradiscurso es el que voy a tratar de hacer en la Cámara Baja”.

El paranaense, que hasta hace días iba como precandidato a la intendencia de la capital provincial y aceptó la diputación en el marco del acuerdo que la UCR no quiso resignar con el Partido Socialista (PS) tras el distanciamiento de las fuerzas a nivel nacional, se prestó al debate con la referente de Gualeguaychú, Liliana Ríos, segunda en la lista de postulantes a la Cámara Baja por el oficialismo. El intercambio se dio este lunes en el programa televisivo Fuera de Juego (Canal 4) y durante media hora, prácticamente sin mediaciones, los dirigentes plantearon sus convergencias y discrepancias.

De contradiscursos y profundizaciones

“Las leyes en Argentina y la provincia están escritas. Hay modernización. Pasó con la reforma de la Constitución de Entre Ríos, que es hoy la más progresista del país”, planteó quien fuera convencional. “Lo que creo que debemos hacer es generar un espacio de debate político que después se pueda convertir en ley, para confrontar con el poder”, completó. En ese orden, el radical arremetió contra lo que fue la época menemista de los ’90. “Creo que a partir de la presencia de (Carlos Saúl) Menem, el poder político cedió su capacidad de decisión en manos de los sectores económicos concentrados nacionales y trasnacionales, y de una burguesía parasitaria en muchos aspectos”, cuestionó y contrastó: “Lentamente los partidos están retomando en su seno el manejo de la política. Creo que hay que establecer prioridades, ir a las cuestiones esenciales, retomar como valor central las cuestiones que está haciendo falta rediscutir, como un modelo de distribución en serio”.

“Voy a ir al Congreso de la Nación a decir que no se puede sostener un programa de crecimiento económico que genere empleo para todos si el sistema financiero único en América no paga tributos sobre su renta financiera. Para eso hay que reformar la Carta Orgánica, volver a la banca de fomento. Creo que es el momento de armar el contradiscurso en este sentido. Si la Presidenta (Cristina Fernández) gana la elección, que haya un núcleo político de la oposición que la corra por izquierda; y si nos toca gobernar con Ricardo Alfonsín, que haya un núcleo crítico que nos diga por dónde va la cosa. Ese es el desafío que por lo menos yo voy a tratar de asumir, con algunos otros argentinos”, posicionó el radical.

“Coincido en la expresión y me resultó muy grato cuando nos presentamos y dijimos nos vamos a encontrar en la Cámara de Diputados defendiendo ‘lo nacional y popular’”, preludió su enunciación Liliana Ríos. “Creo que la discusión de las formas es central, y encontrar en un adversario un discurso de este tipo, a una la pone muy contenta”, completó. No obstante, se distanció del término “contradiscurso” empleado por Rogel y prefirió referirse a una “profundización”. “Lo que se plantea es avanzar a partir de lo que se pudo lograr desde 2003 a la fecha, no podemos avanzar si no hay un camino”, analizó y confió: “Creo que nos vamos a encontrar discutiendo quizás las formas, pero en lo central y lo fundamental, que es la defensa de nuestro país, nos vamos a encontrar juntos. Destaco esto porque, por lo menos en lo que aparece, no todos tienen este discurso de defender lo nacional y popular”.

Ante las palabras de la gualeguaychuense, el radical contestó “que en el país las cosas no son tan blancas y tan negras”. “Estamos en proceso de una construcción colectiva. Creo que en unos diez años va a haber una claridad política más importante y se va a volver a lo que pusimos en la Constitución Provincial, que por incumplimiento de la plataforma se pueda hacer una revocatoria de mandato”, fundamentó el dirigente.

Ríos volvió a coincidir en cuanto a la necesidad de avanzar en “una construcción” y “fortalecer los partidos políticos”. “El hecho de uno poder sentarse a discutir y correr este discurso de la confrontación, discutir para encontrar los mejores puntos a partir de distintos aportes. Esto es debatir. Creo que es responsabilidad de cada uno de los dirigentes políticos llevar a esta discusión. Entonces vamos rompiendo con cosas establecidas, que durante mucho tiempo creímos que estaban bien por el solo hecho de que así eran y nadie se planteaba modificarlas”, consideró la actual presidenta del Concejo Deliberante gualeguaychuense.

Y Rogel apoyó: “Creo que una de las ideas que habrá que discutir fuertemente es ésta de la necesidad de establecer reglas de juego políticas y económicas no perecederas, en la cual uno de los debates deberá ser la coparticipación, no como reparto de dinero; sino como idea de sobre qué cosas hay que cobrar impuestos; qué impuestos deben ser coparticipables, y a partir de allí establecer. Primero habrá que discutir cómo agrandamos la torta y luego la distribución”.

“¡Exactamente!”, se superpuso la referente kirchnerista. “La torta es una sola, hay que ver qué sector vamos a tener que tomar para poder redistribuir. Coincido en que buscar esto es el modo de poder terminar con la exclusión en nuestro país. La pobreza hay una sola forma de modificarla y es redistribuyendo las riquezas. Por redistribuir las riquezas nos enfrentamos a situaciones muy difíciles que se van a seguir dando, pero si uno se planta en defender lo nacional, defender nuestra industria, nuestra producción, ponerle valor agregado, generar más trabajo, se establece un círculo virtuoso, y así seguramente nuestro país empiece a mejorar definitivamente”, vaticinó.

Ante ello, Rogel puso reparos. “Hay que ver en cuánto estamos dispuestos los partidos políticos a avanzar”, dijo y argumentó: “Creo que es un defecto que se instaló básicamente en los ’90, esa cosa de que si soy amigo de los factores de poder -empresarios, banqueros, medios de comunicación-, soy correctamente prolijo. No estamos aquí para hacer lo que decía la marchita peronista, ‘combatiendo al capital’, que en definitiva no fue así; sino que estamos dentro de un sistema capitalista, y hay que utilizar las reglas de juego claras en todo sentido. Creo que la gran deuda de la política es recuperar su rol transformador y equilibrante de las fuerzas económicas y sociales. Creo que se perdió mucho tiempo y espacio y que es hora que el Congreso de la Nación vuelva a sentar radicales, peronistas, socialistas dignos que piensen esta idea de país”.

En ese marco, Ríos rescató “lo fundamental” del enunciado del paranaense. “Para mí es central esto de los ciudadanos dignos”, dijo y en cuanto al planteo respecto de los partidos políticos, consideró esencial “el compromiso de los dirigentes en la formación de cuadros”. “Vamos a tener un mejor país cuando haya mucha más gente en los partidos políticos; cuando en los partidos políticos se discuta y se lleven adelante las cosas que se dicen y no después lo que conviene”, reflexionó.

Defender lo nacional y popular

Rogel consideró vertebral que la gente crea en los políticos y en que van a defender los intereses por los cuales fueron votados. Y en ese sentido criticó la sumisión de los cargos legislativos al Poder Ejecutivo. “Hay una gran desvirtuación en la que hemos caído todos, en la que los legisladores provinciales y nacionales pasan a ser delegados del gobernador de turno. Es obvio que uno, siendo del mismo partido que el gobernador y el presidente, tiene que tratar de tener coincidencias porque es parte de un proyecto. Ahora, lo que he visto es una especie de mansedumbre general, donde los diputados se terminan diluyendo porque la gente no advierte sino otra cosa que el acompañamiento de las leyes. Creo que hay que tener una jerarquía política importante, creo que el Congreso en general debe tener una estatura política capaz de obligar a cualquier gobernador o presidente a discutir los grandes temas”, maduró el dirigente.

Y ahondó: “De lo contrario, estoy convencido que la diferencia entre pobres y ricos seguirá creciendo. Más allá de algunos resultados que el oficialismo tiene la obligación de mostrar; hay una fotografía que es cruel y que es única, que sigue siendo la diferencia entre pobres y ricos. Algunos hablarán de la herencia, algunos hablarán del avance. En una actitud, no gorila pero sí de síntesis política, podría decir que en definitiva tanto Menem como la actual Presidenta representan lo mismo. A mí me confunden radicalmente con (Fernando) De la Rúa, así que yo me hago cargo de eso. Creo que tenemos que ir al Congreso de la Nación sabiendo que la gente nos ha votado para defender determinados intereses de la provincia”.

“La gente nos va a votar por defender lo nacional y lo popular desde distintos lugares, pero apuntando a esto”, recalcó Río a modo de contestación. Y cuestionó: “Es real que la pobreza no se ha terminado; pero por qué, qué les ha pasado a los partidos políticos en su conjunto que no se ha podido avanzar más en contra de la pobreza”. “La pobreza me duele a mí como justicialista como te duele a vos como radical”, interpeló directamente a Rogel. “Acá hay una fuerte pelea con las grandes corporaciones, y para eso se requiere de fortaleza, y es ahí donde nos tenemos que encontrar, más allá de los matices. No podemos negar todo lo que ha avanzado este gobierno de 2003 a la fecha. Que falta, no cabe duda”, remató.

“O se avanzó o se recuperó lo que se había perdido en la época de Menem. Puede haber en esto dos visiones distintas”, contrapuso inmediatamente el radical.

“Estamos en un punto mejor del que estábamos, ponele el nombre que quieras”, se plantó Ríos.

“Pero no es lo mismo. Como país, como nación, somos una continuidad histórica e institucional”, retrucó Rogel.

A lo que la kirchnerista respondió con dureza: “No defiendo al gobierno porque tenga una obediencia debida. Estoy convencida porque hay una realidad que me lo demuestra. Voy a un barrio y en cualquier casa que vaya hay algo que este gobierno ha mejorado, hay algún derecho reparado en cualquier familia. No podemos negar la jubilación anticipada, la Asignación Universal por Hijo; la mirada puesta en la inclusión. Si estamos planteando que queremos continuar, es justamente para profundizar las cosas que no se han podido hacer. Y en este sentido hay que tener también una mirada crítica sobre la oposición, hasta dónde acompañó estas medidas nacionales y populares, porque un gobierno solo no puede avanzar”.

“En un país devastado, que estaba en el subsuelo, ocho años no alcanzan para cubrir la tamaña destrucción que hubo. Todavía no nos da el tiempo, por eso queremos continuar para avanzar”, concluyó.

Rogel, de precandidato a intendente a diputado nacional

El dirigente contó cómo vivió el paso de ser precandidato a presidente municipal de Paraná a convertirse en primer diputado nacional por el Frente Progresista Cívico y Social, puesto que resignó el socialista Lisandro Viale como gesto para sostener el acuerdo en la provincia luego de que la UCR y el PS se distanciaran a nivel país.

“La verdad que como yo no ando buscando conchabo público, y me he preparado 30 años y estoy dispuesto a esperar otros 30 para ver si el partido que represento me necesita para cumplir alguna tarea, me resultó difícil”, dijo Rogel y acotó: “Voy a hacer este esfuerzo personal porque no quiero tener esa sensación extraña de que la interna de Paraná sea el causal de algún resultado negativo en la provincia, como se había instalado. Benedetti optó en Paraná con una preferencia mayor de (Sergio) Varisco por sobre nuestra propuesta, y a partir de ahí hemos hecho este gesto”.

“Me resultó traumático, un tanto triste, pero esperemos que sea aprovechado”, insistió Rogel tras negar rotundamente que su sueño político sea convertirse en intendente de la capital provincial. “Me preparo hace 30 años para que un día el partido que represento me necesite como gobernador de la provincia”, soltó y estimó que en ese camino “ser intendente es un paso para mostrar gestión”.