Después de un partido de ensueño frente al líder de la Primera B Nacional, Leonardo Acosta demostró su alegría por el triunfo de Patronato y su actualidad futbolística en el Rojinegro. Según el delantero, frente a Instituto de Córdoba “se jugó un partido inteligente”, lo que le permitió al Santo volver a “hacerse fuerte” en el estadio Presbítero Bartolomé Grella.
Más allá de los dos goles en el 3 a 1 a La Gloria, el jugador surgido de Universitario manifestó con humildad: “No sé si me recibí de jugador de B Nacional. Vengo, entreno y estoy a disposición del cuerpo técnico. Me tocó estar afuera, la pase mal, pero ahora estoy tranquilo porque estoy jugando. No es para volverse loco, hay que seguir con este perfil, sabemos a lo que apuntamos. Se le ganó a un gran rival, pero debemos seguir trabajando”.
En diálogo con El Diario, Leo consideró que “es fundamental seguir siendo humilde. Estamos necesitados de puntos y nuestra idea es llegar lo más rápido posible a sumar esas unidades”.
Por otra parte, aseguró que al convertir los dos tantos recordó los momentos en los que no pudo demostrar todo su potencial. “Sentí una felicidad enorme, porque me acordé de cuando las cosas no me salían. Me sirvió para devolverle a la gente un poco del cariño que me brinda”. Y agregó que los gritos tuvieron una dedicatoria especial: “Tengo tatuado el nombre de mi papá y una fecha muy importante de mi vida. Le prometí a mi viejo que si convertía me iba a besar ahí en homenaje a él”.
Sobre la ovación que recibió de parte de la hinchada de Patrón, el ex jugador de Atlético Paraná dijo: “No sé si soy consciente. Tendría que ir a dormir y pensar. Tengo muchísimas cosas por mejorar, me costó mucho marcar hoy y esas son cosas que tengo que ir puliendo”. Además, reconoció: “No es mi fuerte marcar, pero con un poco de esfuerzo se puede mejorar”.