El primer tiempo tuvo un equipo que dominó desde el primer minuto y ese fue Paraná con su esquema 4-3-1-2. Con una firme defensa que no dejó espacios para el armado de juego de Chaco, los volantes que pelearon cada pelota y ganaron para allí empezar a generar juego con Alzugaray como enlace y Acosta desequilibrando por el frente de ataque, abasteciendo ambos a Chitero que en sus pies tuvo varias chances pero no estuvo fino en la definición. Parecía que en cualquier momento llegaba la apertura del marcador y el equipo visitante era quien iba a gritar el gol. Pero pasó todo lo contrario.
Sobre la media hora de juego, el local tuvo otra jugada de pelota parada a su favor –por la única vía en que se acercaba al arco defendido por Taborda- y la aprovechó al máximo. Tiro libre de Larcher al segundo palo, por donde apareció solo y sin marca Espinoza y con un fuerte frentazo abajo, junto al palo derecho, venció la resistencia del número uno Rojiblanco.
El golpe dejó tambaleando al Gato pero rápidamente se repuso y siguió intentando con pelota al piso, aunque los desbordes por el costado izquierdo no terminaron de la mejor manera y le faltó precisión al equipo en los últimos metros.
Mientras For Ever era poco lo que hacía porque Paraná no lo dejaba, y ese dominio territorial no se vio reflejado en la red. Entonces, el local se fue al descanso con la tranquilidad de un parcial a su favor inmerecido y a la visita se le iba a hacer más cuesta arriba todavía el segundo período.
En el complemento el Decano se jugó todo al ataque, salió a matar o morir, pero no llegó al empate ni tampoco lo liquidó el dueño de casa en las contra que tuvo. Desde el reinicio del juego el DT Veronesse mandó a la cancha a Marzo y sacó a Cointry, retrocedió Alzugaray para posicionarse por derecha y Acosta pasó a ser enganche, y arriba quedaron el Loco y Chitero. La más clara pudo ser a los seis minutos, cuando el Leo fue derribado dentro del área y el árbitro no sancionó la pena máxima ante la protesta del delantero.
Con mucha garra Paraná se fue en busca de la igualdad, aunque a veces no lo hizo con demasiada claridad. Sobre los 17’ ingresó Benítez y se fue Barrientos, con lo cual el Decano quedó parado con un 3-3-1-3 decididamente lanzado al ataque. El elenco paranaense dominaba el juego, tenía la posesión del esférico, llegaba al fondo, pero allí se diluían todas sus intenciones porque le faltó el punch final, y cuando le quedaba una opción clara, malograba la oportunidad con una mala definición.
El partido se hizo de ida y vuelta, con el elenco local metido atrás y esperando alguna contra, que la tuvo, pero Cortés –en dos ocasiones- y Romero, fallaron a la hora de enfrentar al Tigre Taborda. Ya sobre el final del cotejo era un monólogo del visitante, mientras el Negro cuidaba su gol como oro porque le daba la clasificación. Y fue final y victoria nomás para For Ever que dejó en el camino a Atlético Paraná, señala El Diario.