Sin dudas que el entrenador de la selección argentina de voleibol masculina, Javier Weber, jerarquizó el cuadrangular de Maxivoley que se jugó en el club San Agustín. El ex armador dio muestra de un talento intacto y cada vez que tomó contacto con la pelota armó jugadas precisas e imprimió un ritmo difícil de defender para los oponentes, en el torneo que protagonizaron el combinado nacional, Boca, River y la entidad anfitriona.
El ex armador de los seleccionados argentinos durante dos décadas y récord de presencias con la camiseta nacional (613 partidos) fue la figura de la tarde-noche y fue requerido insistentemente para fotografiarse, firmar autógrafos e intercambiar comentarios.
De todos modos, su aporte no alcanzó para que la selección Argentina se quedara con la primera edición de la Copa UTA, mostró destellos de un talento aún vigente, con armadas casi desde el piso, tantos con toque de segunda, bloqueos, defensas con el pecho y asistencias por decenas, además de mostrar reflejos propios de la alta competencia.
Al margen de la presencia estelar, hubo un cuadrangular, que reunió a protagonistas de nivel. La selección argentina, Boca y River, más San Agustín, que mostró un combinado de distintos equipos del Maxivoley paranaense.
La competencia fue ganada por la entidad Xeneize, quien tuvo desempeño sin intermitencias y venció en el duelo de ganadores a Argentina en sets corridos, para ponerle un matiz azul y oro a la gran cita.
Con gran juego de conjunto, en el que no tuvieron altibajos la gran actitud defensiva (donde sobresalió su líbero Aníbal Carrascosa) y las variantes de ataque (con Alejandro Pizzo y Marcelo Mendoza como puntales), el Xeneize mereció ser el campeón.
Por su parte, San Agustín, pudo festejar en el último partido –ante River Plate– para quedarse con el tercer lugar. El torneo terminó como debería ser en cada competencia: todos los jugadores compartiendo una cena, en la cual se entregaron los premios, señala El Diario.
Foto: El Diario.