El elenco paranaense realizó una correcta labor de atrás hacia adelante. Defensivamente no sufrió demasiado, estuvo bien parado y despejó cualquier avance del local. Es cierto que Rivadavia no se mostró punzante y peligroso, y que a la vez le costó mucho desarrollar su mejor versión. No obstante, mucho de ello tuvo que ver el correcto planteo realizado por la visita.
Patronato no tuvo muchas chances en el arco contrario, pero igual fue más profundo que su adversario, que solo intentó con remates débiles de larga distancia. El Rojinegro avisó a los siete minutos cuando Diego Jara se filtró entre la última línea defensiva, entró al área y su remate dio en el palo.
Sin mucha trascendencia se desarrolló la primera parte, eso fue hasta que llegó el gol, a la postre el único del lluvioso mediodía en Lincoln. Ocurrió a los 31 minutos. La jugada fue un calco de la aproximación anterior. Jara fabricó una efectiva pared con Cristian Devallis y otra vez por izquierda marchó hasta el fondo. Esta vez, y ante la salida desesperada del arquero local, el concordiense definió correctamente para el 1 a 0 con que ambos se fueron al descanso.
El complemento fue similar a la etapa anterior. El local tuvo más la posesión del balón pero no le dio utilidad. Manejó hasta tres cuarto de cancha la pelota, pero después se topó con la defensa de su rival. Patronato se paró para contragolpear con la velocidad de Jara y Leclercq, de todas maneras no tuvo muchas opciones, aunque igual pudo estirar el marcador.
Justamente, Jara fue quien tuvo esas chances en un par de ocasiones. Cuando el local junto gente adelante se descuidó atrás. Jara quedó de frente al arquero Beltramella a los 35 y 43 minutos, fueron opciones claras, aunque no pudo concretar.
El único susto grande que sufrió el Santo fue a los 47 minutos, ya en tiempo de descuento. Vera recibió un pase y cuando metió la media vuelta ante la mirada de Bértoli, su remate se fue desviado. Después no pasó nada, Patronato ganó y cerró un fin de semana con festejo, señala Paraná Deportes.