de ANÁLISIS DIGITAL
Patronato tuvo la iniciativa aunque le costó mucho trasladar la pelota hasta las inmediaciones del área del Lobo. Las imprecisiones en el inicio del partido le impidieron aprovechar la posesión, pese a la movilidad de Guzmán y Leo Acosta, más la siempre intimidante presencia en el área de Quiroga.
Fue el propio puntano el que se perdió un gol increíble a los 16 minutos. Un centro pasado al segundo palo lo dejó sólo al grandote, aunque terminó mandando la pelota afuera con el arco a su disposición. Después, Graciani sorprendió desde la derecha hacia el medio y tras un enganche buscó sin éxito el segundo caño de Monetti.
Con el transcurso de los minutos, el Santo creció, manejó con criterio el balón y, con la confianza recuperada, hasta se dio algunos lujos en el mediocampo. Tras una buena acción colectiva por la derecha con Graciani y Leonardo Acosta, Quiroga llegó tarde a la definición y el centro lo superó. En la réplica, Cabrera disparó por primera vez a un bien ubicado Bértoli.
Las opciones de abrir el marcador para el local se sucedieron en el segundo cuarto de hora. En una de las más claras, Leo Acosta habilitó con un taco a Guzmán, pero Bustos cabeceó el centro por encima del travesaño. En ese contexto, el encuentro se hizo de ida y vuelta, con zona de tránsito en la mitad de la cancha.
El desgaste del Rojinegro le permitió a los de Troglio tener dos ocasiones casi consecutivas. Primero, el entrerriano Casco ganó por la derecha y sacó un centro rasante, pero nadie llegó a conectarlo y Pereira, de taco, despejó el peligro en la boca del arco. Minutos después, Guzmán cerró con lo justo a Mendoza cuando se disponía a convertir por el segundo palo.
Pero cuando parecía que el trámite se equilibraba, a los 40’, Quiroga llegó sólo frente al arquero y no falló. Fue la misma receta que contra Defensa y Justicia: un balón largo desde el mediocampo le permitió al ex Unión de Santa Fe ganarle la espalda a los defensores y definir con tranquilidad ante un desguarnecido Monetti. Fue un premio merecido para la mejor versión de Patronato en 2012.
En el cierre del primer tiempo, el equipo paranaense amplió la ventaja. Desde un tiro libre, Bustos mandó un centro pasado, Acosta tocó el balón con la mano y en el rebote, Quiroga la empujó hacia el gol. Indeciso, Mariano González terminó dándolo por válido, pese a que su asistente Diego Martín no corrió hacia la mitad del campo. Fue el 2-0 y el final de la etapa inicial.
El arranque del complemento lo encontró a Patronato con mayores espacios para concretar el tercero, pero las malas decisiones en los metros finales o la falta de contundencia se lo impidieron. Primero, falló en una clara contra encabezada por Márquez. Después, Quiroga quedó nuevamente sólo en el área, pero una mano no sancionada por González privó al local de contar con un penal. Antes, el polémico árbitro no expulsó al debutante Pouso por una dura infracción a Acosta.
A los 12, Quiroga tuvo su tercer gol en los pies tras un envío de pelota parada al elevar su tiro por encima del horizontal. Gimnasia, en ese tramo, se vio claramente superado por el local y mostró su peor cara: la impotencia. Las infracciones se sucedieron, sobre todo contra Acosta, el mejor de los de Fuentes junto al goleador de la tarde. De hecho, González no cobró otra pena máxima por una clara infracción de Magallán contra Quiroga en el cuadro mayor, cuando transcurrían 18 minutos.
La obligación de buscar el descuento de la visita dejó espacios a favor del Rojinegro. De un balón detenido a favor del Lobo, el equipo paranaense sacó un contragolpe desde un pelotazo de Urresi y Cabrera despilfarró la chance con un mal remate. Con la vergüenza a cuestas, el conjunto de Troglio buscó el descuento, pero Goux cabeceó a las manos de Bértoli a los 33’, y cuatro más tarde, Vizcarra desaprovechó la mejor chance luego de un centro de Cabrera por la derecha.
En los minutos finales, la tónica no cambió demasiado y los de Fuentes exigieron a Monetti en una acción del ingresado Coki Torres. Ya en tiempo de descuento, el juvenil Minetti (debutó en la categoría al reemplazar a Acosta) vio la roja por una fuerte infracción en la mitad del campo. Los criterios de González no fueron los mismos para sancionar las faltas e hizo retirar a las duchas antes de tiempo al joven de la cantera Rojinegra.
Después no hubo tiempo para más y Patronato se desahogó ante su gente. Fue el final de una racha de siete presentaciones sin victorias que lo alejaron de los principales lugares del campeonato. Ahora, luego de este gran triunfo ante el envalentonado Lobo, el conjunto de Fuentes deberá abocarse a la preparación del compromiso ante Atlanta, que tendrá el estreno de su técnico Carlos Roldán y buscará sumar de a tres para comenzar a resurgir desde la zona de descenso directo.