El equipo de Juan Antonio Pizzi arrancó mejor y tomó temprana ventaja a los seis minutos de la etapa inicial, después de una excelente maniobra individual del juvenil Héctor Villalba, debutante como titular en el 11 del Bajo Flores.
Pero Racing estableció rápidamente la igualdad, a los diez, a través de una volea de Bruno Zuculini, que sorprendió a Matías Ibáñez. A los 38, el propio Zuculini ganó otra vez en el área adversaria y marcó la segunda conquista de la Academia, cuando San Lorenzo ya evidenciaba notorios problemas en la retaguardia.
En la segunda parte, a pesar de que el ingreso del pibe Ángel Correa le dio otra dinámica, el local sufrió otro golpe letal para sus aspiraciones, a los 18, cuando Rodrigo De Paul colocó la pelota en el ángulo y puso las cosas 3-1.
Racing, este irregular Racing que pasa del desencanto (como en el partido de la semana pasada con River) a la ilusión (tras la victoria sus hinchas despidieron al equipo como si hubieran ganado un campeonato) apeló a la contra y lo liquidó de esa manera: a los 31, el pibe Luciano Vietto definió con justeza y selló un resultado, tal vez demasiado generoso, pero merecido al fin en favor del equipo de Luis Zubeldía.
San Lorenzo contó como única noticia positiva la reaparición del enganche Leandro Romagnoli, tras una larga inactividad a causa de una lesión en una de sus rodillas. Es cierto que remates de Correa, Franco Jara y Villalba exigieron y agigantaron la figura del arquero visitante, Sebastián Saja. Pero también lo es que el Ciclón penó por los espacios que dejó libres, por lo mal que definió y por el poco juego que generó, publica Clarín.