El crimen fue el corolario de un arrebato de locura tras una discusión de auto a auto en la Costanera Baja de Paraná. Luego de una mala maniobra y algunos gritos e insultos, el Suzuki Fun en el que viajaban Fornero y un amigo, Franco Arnedo, comenzó a ser perseguido por el Peugeot 306 en el que viajaban Rubén Gómez, Nicolás Lencina y Lisandro Fernández. Subieron por calle De la Torre y Vera hasta que los interceptaron en la intersección con Moreno, frente al Paseo Jardín, y continuaron la discusión. Allí habrían tenido una nueva disputa, esta vez con Gómez y Lencina; mientras Arnedo, desde el auto, le pedía que regresara, y Fernández permanecía al volante del Peugeot. El disparo fatal sobrevino en medio de ese cuadro dominado por la violencia.
Gómez, Lencina y Fernández, que en ese momento tenían 16, 17 y 19 años, respectivamente, están acusados por el homicidio de Fornero; tentativa de homicidio, por la agresión a Arnedo; y daños contra el automóvil de las víctimas, recordó El once.
Testigos. Cuatro efectivos de la División Homicidios coincidieron en relatar que al costado del cuerpo de Fornero se encontró un cabo de madera, que habría utilizado el joven para intimidar a los imputados, de acuerdo con la hipótesis que sostiene María Fernanda Álvarez, defensora de Gómez y Lencina.
En la jornada de ayer declaró también Oscar Tobani, que era jefe de la Comisaría 8ª en el momento del hecho, y dijo que Arnedo le dijo, en la esquina de Moreno y De la Torre y Vera, que el Peugeot 306 en el que se conducían los imputados los persiguió y los interceptó. El jefe policial recordó además que, según el primer testimonio de Arnedo, el agresor fue quien se conducía en el asiento del acompañante, que primero atacó a Fornero con un elemento contundente y después le disparó. Según esa versión, el agresor sería Gómez, que para esa época era menor de edad.
Por su parte, Pablo Monzón, que cumplía funciones en la División Trata de Personas y era cuñado de Fernández, explicó que el día del hecho lo acompañó cuando los efectivos de la División Homicidios fueron a buscarlo a la casa del padre de éste. Según dijo, tuvo ese gesto porque “era un pibe” que no sabría cómo afrontar una situación tan grave. Sin embargo, el policía flaqueó cuando le preguntaron si sabía por qué Fernández no se había quedado en el lugar del hecho, a lo que respondió que no le preguntó.
(Foto: Uno)