Luego de la decisión de la Segunda Brigada de Caballería Blindada de Paraná, de nombrar la cancha de polo de El Paracao con el nombre del coronel Manuel Alejandro Morelli, quien hasta marzo de 1979 comandó la Superintendencia de Seguridad Federal del gobierno del general Jorge Rafael Videla y ordenó la denominada “Masacre de Fátima”, en la que fueron asesinados 30 jóvenes militantes de Montoneros, todos con un balazo en la cabeza, tras lo cual dinamitaron sus cuerpos, que se conoció a partir del Semanario ANALISIS, Hugo Argente, hermano de una de las víctimas e integrante de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, indicó que “es muy jodido que sigan pasando estas cosas” y destacó “la bronca y la impotencia de que todavía haya al frente de un destacamento militar tipos que promuevan la reivindicación de un militar que asesinó fríamente a 30 personas”. Además, comentó que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, le comunicó que “se van a tomar medidas porque se está agrediendo la memoria y el respeto por la vida”.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio del Plata Paraná) Argente señaló que su caso “no es dispar del de tantas víctimas de toda esa gente que se juntó para poder frenar por la fuerza una oleada de ilusiones, deseos y utopías de personas con ambición de un país más justo”. Asimismo, indicó que “cuesta mucho singularizar o individualizar la masacre de Fátima, más allá de que es un hecho muy caro a los sentimientos personales ya que el reconocimiento de los restos de mi hermano lo tuve el 24 de marzo de 2000, pero creo que toda la República Argentina desde el 24 de marzo de 1976 fue un gran Fátima”.

En cuanto al caso concreto de la masacre, resaltó que, en base a la investigación del Equipo de Antropología Forense, la versión que se maneja sobre el hecho es que “fue en represalia por la muerte del presidente del Ente Autárquico Mundial ´78 (EAM), general Omar Actis, que en esa época también era interventor de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF)”. Agregó que “también se sabe, por los testimonios de la gente de Pilar, que no se escuchó ninguna detonación sino una sola explosión, por lo que los compañeros que no fueron muertos en la Superintendencia de Seguridad Federal, lo fueron en el trayecto hasta el lugar de la masacre, y además tenemos la versión de que todos fueron elegidos al azar y debían ser de la Agrupación Montoneros”.

En relación con la reivindicación de su figura que se realizó en Paraná, Argente entendió que “en un pueblo uno vende una imagen y recién cuando se sabe la historia muchos reaccionan, que es algo en lo que tienen experiencia los pibes de Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) que han hecho crear mucha conciencia en los barrios con los escraches”, por eso “desde la Asociación de Familiares estamos bosquejando una nota de repudio para mandar a Paraná”. En ese marco, agregó: “Cuando te enterás de estas cosas te agarra como un revuelto en la panza, una mezcla de bronca, impotencia y también bronca con uno mismo por no haber podido crear más conciencia e información para que la gente de allí no hubiera permitido esto”.

En ese sentido, comentó que desde el 2000 la Asociación de Familiares trabaja en el Municipio de Pilar y “en base a ello, la gente ha tomado muchísima conciencia del tema. Hace dos años plantamos 30 árboles y pusimos una placa en el mismo lugar de la masacre que mantiene las mismas características de aquella época”. Además, señaló que “es muy jodido que sigan pasando estas cosas, y por eso la bronca y la impotencia de que todavía haya gente que se cree con cierto grado de impunidad y me revela que haya al frente de un destacamento militar tipos que promuevan la reivindicación de un militar que asesinó fríamente a 30 personas”.

No obstante, agradeció “a Dios que haya gente que protesta y nos da esta oportunidad de hablar y que el poder político sigua manteniendo esa postura que demostró desde un principio”. “Por este tema me llamó Parrilli y confirmó que van a tomar medidas porque se está agrediendo la memoria y el respeto por la vida”, añadió.

Finalmente, recordó a su hermano, muerto a los 20 años en la masacre, con las siguientes palabras: “Si el camino fue el correcto tal vez nunca se sepa, siempre habrá quien condene, siempre habrá quien defienda. Pero quiero decirte, y que pese al final en la cuenta, no pudimos quedarnos con los brazos cruzados, ni esconder la cabeza decidimos jugarnos, fue la gran diferencia”.