El primer tiempo fue muy parejo, con dos equipos imprecisos a los que les costó acomodarse en el terreno de juego. Si bien la realidad de ambos es muy diferente, ni los nervios de los de Núñez por intentar mantener la categoría ni la calma de los platenses colaboraron con el juego.
El equipo de Juan José López amagó con ser más a pesar del polémico esquema 4-3-2-1, con Paulo Ferrari y Carlos Arano como mediocampistas por afuera, y sin concentrar a Diego Buonanotte. Los avisos fueron un disparo mordido de Leandro Caruzo y un latigazo de Erik Lamela.
El León tuvo problemas en el juego asociado y sólo preocupó con acciones derivadas de la pelota parada: contó con dos muy parecidas, en las que Guido Carrillo desvió la trayectoria de Leandro Benítez. El juvenil también contó con un par de chances dentro del área, pero no las pudo aprovechar.
En el complemento, River madrugó a Estudiantes con un verdadero golazo cuando ninguno se había terminado de acomodar. El reloj marcaba los tres minutos cuando Ferrari recogió un rebote en la puerta del área y sacó un zurdazo bárbaro que dejó sin chances a Agustín Orión.
La reacción del Pincha no se hizo esperar y a los ocho emparejó el marcador. El arma que mejor utiliza el conjunto que dirige de manera interina Luis Suárez es la pelota parada y así lastimó, con otro centro de Benítez y el cabezazo letal de Matías Sarulyte para vencer a Carrizo.
En lo que quedó, el Millonario se hizo más amigo de la pelota y se paró en terreno rival. Sin embargo, y a pesar de los ingresos de Rogelio Funes Mori por Manuel Lanzini y Mariano Pavone por Lamela, no tuvo profunidad y casi que ni inquietó a un Orión que estuvo atento en los pelotazos frontales.
Lo del local fue intentar aprovechar algún hueco que dejara la defensa. Las más claras fueron una jugada individual de Enzo Pérez que terminó con una buena respuesta de Carrizo, un remate bombeado desde lejos de Mercado que intentó sorprender y un flojo disparo del ingresado Maximiliano Núñez.
Én la última, River deberá estar atento a lo que pase con Olimpo en su visita a Quilmes: los bahienses están obligados a ganar y si esto sucede, el Millonario también estará forzado a la victoria para ir a un desempate. En tanto, Tigre -tiene dos puntos más- irá a La Paternal contra Argentinos.