La violencia se hizo presente este viernes en Independiente Rivadavia. Alrededor de 50 barras bravas de la Lepra (según confirmó la Policía) irrumpieron en el entrenamiento vespertino que se realizaba en el Bautista Gargantini con armas de fuego y bombas molotov para agredir a jugadores y dirigentes.
Los hinchas saltaron una pared e ingresaron al estadio, tiraron bombas en la playa de estacionamiento, destrozaron los autos de los futbolistas y hasta se trenzaron mano a mano con algunos de ellos.
Diego Caballero, uno de los más agredidos, sufrió un corte profundo en una de sus piernas. El dirigente Domingo Marzari, que presenciaba la práctica de fútbol junto a Eduardo Carbini, fue salvajemente golpeado.
“Por momentos pensé lo peor. Nos atacaron con armas blancas, armas de fuego y bombas molotov”, contó el propio Caballero en declaraciones a TyC Sports. “Es muy triste lo que me tocó vivir hoy. Estoy hace seis años en la Lepra y quiero al club. Atrás nuestro está nuestra familia; mi mamá llorando en Misiones y mi papá muy preocupado”, agregó.
“Gracias a Dios no estamos lamentando una muerte de un jugador”, expresó acongojado el futbolista y luego dio detalles sobre su estado de salud. “Tengo una lesión de arma blanca. Me hicieron seis puntos debajo de la rodilla derecha. Gracias a Dios no fue en la rodilla porque quizás me hubiese roto todo”, añadió.
Por otra parte, el jugador del elenco que integra el paranaense Renzo Vera contó que tanto él como algunos de sus compañeros fueron intimidados: “Recibimos amenazas por teléfono. El Ogro Fabbiani, Sergio Sena y yo”.
El ensayo futbolístico, que lógicamente fue suspendido, se inició con la presencia de policías, mas en el momento en el que aparecieron los barras, los mismos no estaban. Después de las agresiones, la Policía se acercó y persuadió a los violentos.
Hubo un aprehendido y un demorado por averiguación de antecedentes. Futbolistas Agremiados pidió a AFA la suspensión del partido del domingo ante Atlético Tucumán. Se jugaría el miércoles a las 15 a puertas cerradas, señala Uno.