Las sensaciones se entremezclaron en el plantel de Los Pumas, por un lado la bronca por haber dejado pasar, tal vez, la chance de sus vidas ante Sudáfrica y por el otro la tranquilidad y la conformidad por haber dejado todo dentro de la cancha en cada una de las presentaciones en el Mundial de Francia 2007. Los encargados del contacto con la prensa fueron el entrenador Marcelo Loffreda y el capitán Agustín Pichot, ambos evidenciaron su congoja por la caída ante los Springboks, pero a la vez destacaron lo hecho por Argentina a lo largo de todo el certamen.
El coach, Marcelo Loffreda, señaló que “Argentina ha demostrado a través de este grupo de jugadores que el rugby no sólo pasa por el profesionalismo o aspectos externos al deporte, sino que también pasa por el espíritu. Esto habla bien del rugby argentino y de este grupo de jugadores”. Además añadió que “estoy muy orgulloso del equipo y de los jugadores. Para nosotros fue algo para lo que nos preparamos bastante. No estábamos en condiciones de jugar de igual a igual a Sudáfrica. Ustedes saben que no jugamos ningún torneo anual (Argentina reivindica jugar el Tres Naciones o el Seis Naciones), y tenemos pocos test matches al año”.
El Tano reconoció que sus hombres no jugaron bien. “Perdimos con un gran equipo y cometimos muchos errores”, dijo el futuro entrenador del Leicester inglés. “Lo que intentamos fue que el partido fuera parejo, llevarlo cerca en el score, cometimos errores por la presión, y nos marcaron tres tries. En el segundo tiempo nos pusimos a once puntos pero ahí no pudimos descontar. El árbitro cometió un par de errores para nosotros, aunque no fue la razón de la derrota”, señaló.
“El equipo cumplió perfectamente el plan táctico, lo que pasó es que debido a la presión cometimos más errores que lo habitual, y ellos tienen un gran equipo y nos lo hicieron pagar muy caro. Pero todo se había cumplido perfectamente a nivel táctico”, aseguró.
Por su parte el capitán argentino Agustín Pichot, quien está llegando al final de su carrera profesional a sus 33 años, enfrentó a la prensa con la voz quebrada y al borde de las lágrimas: “Pagamos muy caro ante un muy buen seleccionado... Quiero agradecer al equipo por todo el compromiso durante estos tres meses, haciendo muchos sacrificios. Para mí ha sido un gran honor ser capitán de un equipo así, sobre el final de mi carrera. Soñamos todo, lo imposible y lo posible, y llegamos hasta el final”, afirmó el medio scrum del Stade Français.
“Tal vez era imposible, pero lo hicimos todo. Te duele. Pero es una buena tristeza, nos sentimos bien. Hicimos todo lo que tuvimos a nuestro alcance. Llegamos a la semifinal, tal vez podríamos haber sido campeones.”, reflexionó, agregando: “No sé si ante Francia será mi último partido con los Pumas”.