El conjunto Sabalero, que mostró como novedad el debut de su flamante refuerzo, el enganche Leandro Gracián, se mostró más activo desde el mismo comienzo del partido. De todas maneras al conjunto que dirige técnicamente Mario Sciacqua le faltó continuidad en el dominio como para justificar la diferencia en esos 45 minutos iniciales.
Inclusive, en ese primer tiempo, hubo una corrida del eterno goleador Fuertes que salió rozando el palo derecho y otro remate del entrerriano Sebastián Prediger que fue bien neutralizado por el guardavallas visitante.
Por su parte el equipo de Gustavo Alfaro, en ese lapso, se mostró ordenado, firme en defensa (una de sus características habituales), pero casi no apuró a Diego Pozo, más allá de una aparición de Jorge Córdoba que no pudo resolver bien para poner arriba a la visita.
En la segunda mitad, el desarrollo no cambió demasiado, sólo que la superioridad del equipo dueño de casa se hizo más notoria y entonces apareció nuevamente la talla de Campestrini. El arquero visitante le sacó a Higuaín un remate desde larga distancia y un cabezazo a quemarropa, en las situaciones más claras.
Pero Arsenal en esa segunda parte no se resignó a ser un mero espectador y también buscó inquietar, sobre todo, a través del aprovechamiento de la pelota parada. Así, Cristian Trombetta tuvo una oportunidad concreta, con un cabezazo que salvó Pozo.
Y el elenco de Sarandí estuvo cerca también, con un cabezazo de Córdoba, que apareció solo por detrás de los defensores locales, y metió un frentazo que salió apenas desviado.
En los minutos finales el espectáculo se volvió más brusco. El árbitro Delfino estuvo correcto en las sanciones por doble amarilla hacia Adrián Bastía y Esteban Fuertes, más allá de las quejas de los parciales Rojinegros, señala Télam.