El funcionario precisó a Télam que el comandante del Hércules C-130 decidió entonces regresar a la base de origen en lugar de realizar un aterrizaje de emergencia, "lo que se ajusta al procedimiento recomendado en ese tipo de situaciones".

"Queremos llevar tranquilidad a la gente porque sabemos que la emergencia tuvo mucha difusión, pero lo que se hizo fue tomar prevenciones. En la base de origen están todos los equipos logísticos y técnicos del Hércules, por lo que se puede resolver cualquier inconveniente", agregó.

Y completó: "El aterrizaje fue normal y sin problemas. Ahora los técnicos están revisando el avión para ver por qué saltó la alarma y luego se definirá cuándo puede volver a partir".

Por su parte fuentes de la aeroestación donde se desplegó el operativo de emergencia señalaron que la aeronave con 33 personas a bordo tocó tierra después de realizar varias maniobras de seguridad, en las que se confirmó la rotura de la tapa derecha del tren de aterrizaje, lo que no le impidió completar la maniobra.

El avión llevó a cabo tres sobrevuelos sobre la pista para que desde la torre de control pudieran observar el desperfecto, y también arrojó combustible antes del aterrizaje.

"El temor era que una de las ruedas pudiera estar trabada, pero por suerte ello no sucedió", coincidieron.

El vicegobernador de Tierra del Fuego, Juan Carlos Arcando, dijo que el piloto evaluó aterrizar en el aeropuerto "Malvinas Argentinas" de Ushuaia, pero que finalmente decidió continuar viaje hasta Río Gallegos, donde existen "mayores condiciones de seguridad", señaló.

Bomberos de la capital fueguina junto con personal aeroportuario, también habían preparado un operativo de emergencia ante la posibilidad de que el aterrizaje se produjera en la ciudad del Fin del Mundo.

El avión continuó su trayecto hasta la capital santacruceña, donde pudo aterrizar "sin ningún tipo de inconveniente y con la tripulación y los pasajeros en buen estado de salud", sostuvieron las fuentes consultadas.