"Estuvo picante", describió uno de los testigos del encuentro. La tirantez se produjo cuando Frigerio le describió que el gobierno se encontró con una situación financiera "delicada" y cuando el ministro le pidió detalles sobre el estado de la economía provincial. Hubo sorpresa en el gobierno por la falta de información con la que se presentó la santacruceña.
"No trajo cifras, ni un número. Frigerio le pidió que haga cuentas y me comunique lo que necesita. «Dame algo», parecía decir...", relataron, con cierta malicia, fuentes cercanas al funcionario.
Alicia Kirchner, que reconoció que el déficit presupuestario provincial alcanzó el último año los 4600 millones de pesos, intentó que el gobierno le transfiera Aportes del Tesoro Nacional (ATN) -fondo al que las provincias contribuyen mes a mes con su coparticipación- para paliar la crítica situación, pero no obtuvo una respuesta positiva. Por el momento, la administración de Macri no está girando ATN, informó La Nación.
La hermana del ex presidente Néstor Kirchner, que también enfrenta el conflicto que generaron los despidos que llevan a cabo las empresas Austral Construcciones SA y Kank y Costilla, propiedad del empresario kirchnerista Lázaro Báez, se mostró reacia a tomar el camino que eligieron algunos de sus pares: el endeudamiento. Los gobiernos de Buenos Aires, Neuquén y Mendoza son algunos de los que ya avanzaron en esa dirección.
"Alicia no quiere resolver el problema como lo hacen otros. No le gustó la sugerencia, va contra el relato que instalaron durante los últimos 10 años", aseguró un integrante del equipo de Frigerio.
El gobierno sí se comprometió a terminar de financiar las obras que ya están en marcha y que desde octubre, cuando aún gobernaba el kirchnerismo, están paradas por falta de dinero. En este listado no están incluidas las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, cuya continuidad quedó en duda desde la asunción de Macri por falta de estudios previos de viabilidad técnica relacionados al impacto ambiental.
"Fue una reunión cordial donde repasamos los temas de gestión, de cara a un arduo año de trabajo. Creemos que tenemos que entablar un nuevo vínculo entre las provincias y la Nación porque uno de los objetivos centrales es reconstruir el federalismo", manifestó Frigerio.
Desde el gobierno apuestan a mejorar la relación, aunque el ministro del Interior igualmente buscó dar un claro mensaje: se acabó el trato diferencial para el bastión político que catapultó al kirchnerismo hacia la conducción nacional.
Según publicó La Nación en abril pasado, Santa Cruz fue la provincia más beneficiada de la última década con fondos para rutas y obras. Recibió 6884 millones de pesos para obras viales entre 2003 y 2013. El kirchnerismo siempre utilizó el reparto de la obra pública para beneficiar distritos amigos y castigar a los enemigos.
Uno de los objetivos de Frigerio es terminar con esta dinámica de la que se valió el kirchnerismo para disciplinar a los mandatarios provinciales. El ministro busca construir un vínculo horizontal y transparente con los gobernadores. Es que en gobierno ya anticipan lo que será el escenario de una de las peleas de fondo del primer año de gobierno: el Congreso. Ahí los gobernadores serán actores fundamentales e interlocutores necesarios para las aspiraciones de Cambiemos.
En ese sentido, Frigerio además recibió al gobernador de Rió Negro, Alberto Weretilneck. La sorpresa fue que llegó acompañado por el jefe de la bancada de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, que primero mantuvo un encuentro con el jefe de Gabinete, Marcos Peña; en el último tiempo Pichetto fue uno de los que hizo visible su malestar con ciertas actitudes del kirchnerismo duro.