El juvenil santafesino tuvo su regreso a las prácticas, a un año de conocer su diagnóstico.
Por primera vez desde que le detectaron un tumor cerebral, el santafesino Ivo Quiroz volvió a entrenar en Patronato. Fue este martes en el predio La Capillita, donde el jugador de la Reserva se movió sin ocultar su felicidad. "La verdad es que fue un año muy duro, complicado, pero ahora estoy feliz por volver a entrenar justamente un año después de todo lo que me pasó. No pude dormir de la ansiedad que tenía", afirmó el juvenil.
Con 21 años y surgido de Unión de Santa Fe, Quiroz regresó a las prácticas con un gorro protector. “Esos que se usan en natación”, aclaró y comentó que ya había comenzado a moverse en soledad, una vez que estuvo apto para la actividad física. La cirugía fue el 1 de junio de 2020 en Buenos Aires. Le extrajeron cavernoma cerebral (un tumor benigno) y no le quedaron secuelas, más allá de los cuidados lógicos que debe llevar adelante.
“Me recibieron muy bien, el trato con ellos siempre fue bueno. Esperé tanto este momento y en la práctica nos acordamos de muchas cosas y nos reímos muchísimo”, valoró sobre sus compañeros y destacó el apoyo de sus familiares para superar la difícil situación de salud que tuvo que atravesar.
“Me apoyé mucho en mi familia y ellos también se apoyaron en mí. Porque hubo días y semanas donde estaba muy bajón y pensaba mucho en el futuro. Quería ser optimista, pero uno siempre se imagina lo peor. La realidad era que había muchas chances que no salga del todo bien de la operación. Gracias a Dios salió todo bien. Traté de pensar siempre en positivo, en que iba a volver al fútbol y a una vida normal. Más allá que los mismos médicos no me querían dar muchas ilusiones. Todo dependía de cómo saliera de la operación y de mi. El postoperatorio no era sencillo y la recuperación tampoco. Pero mi familia y mi novia fueron mis pilares", manifestó.
En diálogo con Uno, el joven futbolista contó las sensaciones que tuvo al regresar al predio cercano a la Segunda Brigada Aérea: “Cuando llegué pensé en todo lo que pasé. Tuve que pasar por los controles del club y también hacerme un hisopado. No veía la hora de que pase todo eso para estar en el predio. Ver a los chicos de nuevo fue emocionante”.
Llegado al Santo a mediados de 2019, cuando Oscar Regenhardt se desempeñaba con coordinador de las divisiones inferiores, quedó tras una prueba de cuarta división. Se desempeña como volante externo, aunque también puede jugar en el centro. "Quiero ir paso a paso, porque recién estoy volviendo", aclaró sobre su vuelta al ruedo.
De todos modos, aun no tiene en claro si seguirá ligado a Patronato como jugador. “Tengo que charlar con los dirigentes, también con Gaby (Graciani, entrenador de la Reserva) para ver qué es lo que quieren ellos", finalizó Quiroz. Si todo sale bien, el futbolista santafesino podría firmar su primer contrato profesional con la entidad paranaense.