Silvio Méndez
Con el anuncio de un dictamen favorable de la provincia, la semana pasada se reactivó el plan termal de Paraná. Conocida la noticia, nuevamente se disparó una discusión que se ha tornado álgida y compleja. Por un lado, el municipio se reunió con un grupo de organizaciones ambientalistas para aportar más detalles, buscar su anuencia y avanzar. Por otro, el Foro Ecologista denunció que fue dejado fuera de las convocatorias por su abierta oposición, consideró ilegal el comercio de las tierras del Parque Nuevo donde se alzaría el emprendimiento y acusó a sus pares de las ONG’s de ocultar su relación con la Fundación Avina, que financia sus actividades y tendría intereses sobre el uso del agua. Al escenario se sumó el concejal opositor Aldo Bachetti, que apuntó que existen operaciones inmobiliarias ocultas en el armado del centro turístico. En tanto, la Defensoría del Pueblo llamó a un debate público en el Concejo Deliberante para el martes próximo.
Las aguas de las posibles futuras termas en la ciudad de Paraná no han asomado tan siquiera a la superficie y ya ha elevado notablemente la temperatura del debate por su instalación. En primer término, la semana pasada el secretario de Turismo de la provincia, Adrián Stur, adelantó los resultados satisfactorios de la evaluación técnica al proyecto termal presentado por la Municipalidad de Paraná. Pero a las pocas horas, el secretario de Medio Ambiente del Entre Ríos, Gabriel Moguilner, salió a poner paños fríos al anuncio y señaló que aún restaba la firma del gobernador Jorge Busti para la autorización provisoria de perforación y que la misma tendría una serie de recomendaciones.
En este sentido, se pronunció respecto al tratamiento de las aguas residuales y la garantía de preservación ambiental en la planificación urbana. Paradójicamente, Moguilner se mostró en desacuerdo con el sistema de reinyectar las aguas usadas en una napa superior a las que se extraen, cuando de hecho así se lo permite en María Grande. Otro de los puntos relevantes observados también fue que el organismo de medio ambiente municipal se debe expedir sobre el caso, ya que no existía veredicto alguno en el expediente.
Asimismo, se sugirió una convocatoria a la opinión de la ciudadanía, tal como lo marca la ley. Precisamente, en medio de este entrecruce, el municipio se reunió con un grupo de organizaciones ambientalistas. En el encuentro con Eco Urbano, M’Biguá, Proyecto Tierra y Baqueanos del Río, los funcionarios habrían ampliado detalles sobre las bondades del proyecto. Pero hete aquí que el Foro Ecologista Paraná no participó de este cónclave y denunció su exclusión por ser opositores al plan termal.
Entre los tantos planteos, el Foro discute en torno a la legalidad de la ordenanza que autorizaría las ventas del predio del Parque Nuevo donde se alzaría el complejo turístico, así como las distintas variantes que se barajan para el tratamiento de los fluidos una vez utilizados. Asimismo, el Foro apuntó contra sus organizaciones pares que han participado de las reuniones con la Municipalidad, ya que se las acusó de una complicidad con la comuna y de ocultar el financiamiento de la Fundación Avina. Se cargó sobre este grupo europeo benefactor, porque el mismo tendría oscuros intereses en torno a la comercialización del agua potable.
Por otro lado, en un encuentro convocado por el Foro en la Facultad de Ciencias de la Educación el martes pasado, el concejal Aldo Bachetti (Concertación Entrerriana) señaló que en el plan termal “hay negocios inmobiliarios atrás”. Por su parte, ante algunas presentaciones realizadas por vecinales de la ciudad, la Defensoría del Pueblo llamó a un debate abierto para el martes próximo, a las 10, en el recinto del Concejo Deliberante.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
