Sandra Miguez
Durante varios meses la Dirección de Inspección de Farmacias no efectuó los controles requeridos por la legislación vigente sobre el manejo, funcionamiento y dispendio de medicamentos en las farmacias de Entre Ríos. Es que de acuerdo a la Ley Número 17.565, se ha dispuesto que “las farmacias deberán ser habilitadas por autoridad sanitaria competente, quedando sujetas a su fiscalización y control, la que podrá suspender la habilitación o disponer su clausura cuando las condiciones higiénico-sanitarias, la insuficiencia de elementos, condiciones técnicas o deficiencias de las prestaciones así lo hicieren pertinente”.
No obstante, el único organismo oficial de control y fiscalización en la provincia de Entre Ríos es la Dirección de Inspección de Farmacias, que estuvo varios meses sin titular farmacéutico a cargo a raíz del pedido de licencia por enfermedad de la profesional que se encontraba al frente de esta repartición, la farmacéutica Marta Perdiguero.
Recién desde hace dos semanas se ha dispuesto una nueva profesional para efectuar esta tarea, a la que seguramente le tomará un tiempo conocer la modalidad y mecanismo de funcionamiento de un área tan compleja como esta a la hora de llevar adelante los controles.
Según pudo saber este semanario, son muchos los profesionales preocupados por la inacción oficial, ya que -como lo explicaron- “esto alienta a muchos inescrupulosos que hacen sus negocios y se aprovechan de la situación”. Y agregan que “hoy va cualquier cadete a buscar un talonario y se lo venden”. Esta aseveración es la que pone en discusión las formas en que se están ejecutando las inspecciones, sobre todo cuando hasta hace unos días esos mismos talonarios de vales que se adquieren en la Secretaría de Salud no eran provistos por falta de un farmacéutico al frente, lo que motivó el labrado de un acta con escribano como parte del reclamo de una farmacéutica local.
Otra forma de señalar la pasividad por parte del Estado se centra en poner en evidencia la falta de estructura orgánica que tiene actualmente esta repartición. “Es imposible que una sola persona pueda realizar semejante empresa”, advierten algunos farmacéuticos consultados por ANALISIS, mientras otros señalan además que “tampoco la repartición cuenta en su estructura orgánica con un vehículo y un chofer para poder recorrer la provincia”, cuando se sabe que la Dirección de Inspección de Farmacias tiene incumbencia sobre todas las farmacias y botiquines de Entre Ríos, droguerías, e inclusive sobre todas las farmacias de los hospitales, centros de salud, sanatorios y clínicas privadas.
“Esto implica el control de los profesionales -excepto de su matrícula-, todo el tránsito de estupefacientes y psicotrópicos tanto dentro de la provincia como los que se compran en otras, el control de los vales y de la correcta entrega”, comentaron los profesionales, que además reconocieron todo el trámite que se debe efectuar. “Existen tiempos de presentación ante la inspección de las recetas oficiales y vencimientos de éstas, cantidades máximas a entregar, donde se controla la prescripción y la correcta dispensación, entre otras observaciones”, señalan quienes a su vez están en pleno conocimiento de las disposiciones que establece el colegio que los nuclea.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
