Adolfo Argentino Golz
(especial para ANALISIS)
A principios de abril de 1950, declarado por el gobierno nacional como “Año del Libertador General San Martín”, con el colega Mirko Antelo y el fotograbador Armando Bertolino, constituimos la editora BAG, siglas de nuestros apellidos, para publicar un semanario que apareció el 20 de mayo de ese año con el nombre de Guía. Una fuente de información general, para reflejar la actividad cultural y social de Paraná. Entre sus atractivos incluía la cartelera semanal completa de los siete cines que por ese entonces funcionaban en Paraná, por supuesto que también la del Teatro 3 de Febrero. Se imprimía en los talleres de los hermanos Giraudo (Mateo, Francisco y José), que estaba en la calle Uruguay, entre San Martín y Corrientes.
Era época de mandar a hacer la composición en linotipo, para tipografía a mano, imprimir en planas, con ilustraciones en base a clisés o fotolitos, también la compaginación y doblado y abrochado era manual. Aparecía los sábados y llegamos a tener un tiraje de 2.000 ejemplares. Llegamos a durar un año, tardamos en descubrir que nuestro buscador de avisos -hoy se lo llama elegantemente gestor o productor publicitario- también realizaba cobranzas para su propio beneficio. Éramos más líricos que administrativos, y así nos fue.
En abril de 1955 lanzamos ¡Así lo quiere el pueblo!, integramos con Carlos María Quinodoz a la cabeza, un grupo en que se encontraban José Arévalo, Jorge Isaac, Germán Ojeda, Francisco Catalano, entre otros. Iba a ser semanario y se convirtió en quincenario. Quisimos hacer las cosas a lo grande, gran formato, en colores; no aguantamos los costos en relación a la publicidad que ingresaba y a los pocos números desapareció.
El 7 de junio -celebración del Día del Periodista- de 1968, apareció con bombos y platillos, en un acto realizado en el salón del Centro Comercial, Expansión - Semanario Independiente de Integración del Litoral, figuraba como editor responsable Adolfo Perotti; Arnaldo H. Cruz, jefe de Redacción; Leonardo Brest, a la sazón dueño de los talleres Nueva Impresora, como administrador, y quien escribe estas líneas como director. Todo iba viento en popa, hasta comenzaron a mandarnos publicidad desde Buenos Aires, pero bien dicen que hay ambiciones que matan. Un integrante de la administración convenció al administrador de que teníamos que convertirnos en diario; no compartimos esa iniciativa y con Perotti y Cruz presentamos la renuncia. Brest asumió la dirección y al tiempo se fundieron. Condujimos al semanario durante tres años.
Posteriormente colaboré con otros semanarios que vieron la luz en Paraná (también cómo dicha luz se apagaba).
Un proyecto interesante fue el Semanario Ciudad, que dirigió Gerónimo Martínez y en cuya Redacción estaban Luis María Serroels, Rubén Sarmiento, Laura Acebal, José C. Elinson, Julio Vallana y Daniel Enz, entre otros. Duró alrededor de dos años.
En 1989 José Carlos Elinson se animó con otro semanario: Región - Semanario Independiente. Perduró varios meses y luego no pudo seguir editándolo.
En 1993 los integrantes de la familia Righelato comenzaron a editar Confidencial - Consolidando nuestra democracia. Tenían su propio taller gráfico. Si bien se inició como quincenario tengo entendido que en su última época se transformó en semanario.
Luego, 1996, apareció Cuarto poder – Semanario, con Nidia Righelato como directora responsable y Julio Vallana como director periodístico y un grupo interesante de colaboradores jóvenes. Cumplió un ciclo -se imprimía en los talleres del Diario Hora Cero- y dejó asentada su presencia dentro del periodismo lugareño.
Finalmente, desde hace cinco años, Pin Rossi viene editando el Semanario Cartelera, de pequeño formato y de distribución gratuita, cuya dirección periodística me ha confiado.
A esta altura, muchas se preguntarán a qué viene esta evocación nostálgica de semanarios. Todo se debe a una llamada telefónica que recibí por parte de Daniel Enz, para solicitarme una colaboración para la presente edición aniversario de ANALISIS que sigue -por suerte- apagando velitas de cumpleaños. “¿Sobre qué querés que escriba?”, fue mi pregunta y la respuesta fue bien explícita y detallada: “Escribí algo sobre los semanarios que vos conociste… vos ya sabés”. Antes de cortar me dijo con gran simpatía: “Ah, lo necesito para mañana martes a la noche”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
