Marcelo Comas
Patronato atraviesa el mejor momento en el Torneo Argentino B. Muchos factores explican las razones de una campaña exitosa en busca del ascenso a la categoría superior. Un excelente grupo humano, un plantel de jerarquía que supo ensamblarse con el correr de las fechas e individualidades tales como José Luis Marzo, Jorge Valverde y Gabriel Zuvinikar asomaron luego de un comienzo lleno de dudas. Para explicar mejor este venturoso presente, ANALISIS realiza una evaluación exhaustiva de un equipo que tiene en su haber 14 partidos sin conocer la derrota y que con 36 puntos lidera holgadamente la Zona B de la cuarta categoría del fútbol nacional.
Cumplidas 18 fechas -cuarta fecha de la tercera ronda-, el elenco del Barrio Tiro Federal marcha líder con 36 puntos, seis más que su inmediato perseguidor, Crucero del Norte de Posadas. ¿Cuánto vale a esta altura del campeonato el inicio de la pretemporada con mucho tiempo de anticipación? Una muestra de ello queda establecida en los segundos tiempos, cuando los rivales exhiben debilidades físicas mientras El Negro vuela por todos los sectores de la cancha. Son cuestiones que a veces se pasan por alto y a la hora de definir un partido pueden considerarse claves.
Un factor fundamental es el grupo humano que conforma el plantel. Es bueno remarcar este punto, porque en la mayoría de los casos las personas son las que orientan el destino de un proceso futbolístico. Y al parecer, en Patronato pueden rescatarse valores de este tipo, tales como la humildad, el compañerismo y la solidaridad que ayudan a conseguir objetivos a largo plazo. Es cierto que ello debe ir acompañado de buenos resultados y argumentos para sustentar una campaña.
Si bien todavía es prematuro hablar de ascenso, El Santo presenta argumentos sólidos para probarse el traje de candidato. La mejor calificación que les puede caber a los dirigidos por Edgardo Cervilla es que construyen con el paso de los partidos una chapa que los coloca como serios aspirantes a clasificar a la ronda final.
El prolongado invicto del equipo de Cervilla exige un análisis profundo y exhaustivo, porque buceando en las anteriores campañas del Santo en torneos nacionales existen pocos antecedentes de rendimientos similares. Sólo viene a la mente el invicto de 16 partidos durante la era de Gustavo Alfaro, en el Torneo Argentino A.
¿Cuántas variables se pueden poner bajo la lupa a esta altura del torneo? Son muchas las cuestiones que el observador neutral puede plantear acerca del camino transitado por el equipo de nuestra ciudad en el Argentino B.
En primera instancia, es evidente que mostró un salto cualitativo a medida que transcurrían las fechas. Ni el más optimista podía imaginar que la producción de los Cervilla Boys fuera a incrementarse de semejante forma. Mucho tiene que ver en ello el trabajo grupal de la semana, la calidad humana del plantel y el mensaje que transmite el cuerpo técnico en su discurso.
Son muchos los puntos altos que ofrece en principio el andar del elenco paranaense en la cuarta categoría del fútbol criollo. Analizando el equipo desde el fondo, surge la figura de Sebastián Bértoli, elegido por la mayoría como el mejor arquero de la categoría, no sólo por el óptimo desempeño debajo de los tres palos sino porque se constituye como la voz de mando en el fondo y eso requiere de personalidad a la hora de campear momento críticos. Si bien es cierto que en la última fecha disputada en Chaco, Agustín Bossio cumplió con creces en el empate frente a For Ever, la labor del ex Atlético Paraná recibe los mejores elogios. La defensa rojinegra atraviesa su mejor momento en el campeonato. El entendimiento y la coordinación entre sus integrantes, transmite seguridad a la hora de encarar los partidos. Asimismo, la poca cantidad de goles en contra (9 en 18 fechas) habla a las claras de un fondo sólido con Andrade y Zuvinikar como estandartes.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
