Silvio Méndez
En una solicitada firmada por el Colegio de Profesionales de la Agrimensura de Entre Ríos aparecida el domingo pasado en un matutino de la ciudad, trascendió públicamente una grave denuncia en la cual se ponía en conocimiento las amenazas sufridas por uno de sus integrantes. Precisamente, en el comunicado suscripto por el directorio de la institución, se repudiaba y rechazaba las intimidaciones sufridas por la presidenta del Tribunal de Ética y Disciplina del cuerpo que recibió “en el marco de la investigación sumarial que se lleva a cabo con el fin de determinar el presunto ejercicio ilegal de la agrimensura y en defensa de los intereses matriculados”, se señala en el texto. Además, se indica que el Colegio se solidarizaba con la víctima de las coacciones, la ingeniera Geógrafa Alicia María Delgado, y se avalaba su accionar “en el correcto desempeño de sus funciones”.
Hasta aquí la escueta pero resonante declaración que, en rigor, podría ser la punta de un iceberg. Según pudo conocer ANÁLISIS, la investigación abierta en el Colegio de Agrimensores, no sólo involucraría el cuestionamiento al desempeño de un profesional respecto a su métier, sino también a maniobras irregulares de varios técnicos que, asimismo, usufructuarían de sus vínculos con el Estado para realizar trabajos en la faz privada.
La información oficial desde el cuerpo colegiado fue sucinta. A cuentagotas se brindaron algunos detalles de lo expuesto institucionalmente, ya que se argumentó se privilegia la reserva de datos en post de guardar algunas formas en un proceso de instrucción que aún no ha finalizado.
De todos modos, en diálogo con la receptora de las amenazas y presidenta del Tribunal de Ética, Alicia María Delgado, y la secretaria Técnica de la entidad, María Emma Danuzzo, se confirmó el carácter de la denuncia.
En este sentido, se indicó que la intimidación sobre Delgado se produjo el viernes 2 de agosto, en horas de la tarde, en momentos que se llevaba adelante una reunión de la comisión, que integran también Elisa Borjorque, Guillermo Bertora y Luis María Machao. En este encuentro, se evaluaba el descargo que personalmente efectuaba un profesional investigado por anomalías registradas como parte de su desempeño de trabajo.
(Más información en la edición gráfica del 9 de agosto de 2012 del Semanario ANALISIS)