Silvio Méndez
La ecuación no es sencilla, pero la lógica sería la siguiente. Para estimar la tarifa de un boleto de colectivo en la ciudad, en el nuevo pliego de concesiones del servicio se realiza una serie de ponderaciones para el cálculo de costos. Y el valor resultante es tomado en cuenta tanto para fijar los precios del boleto como para valorar los subsidios necesarios del Estado (nacional fundamentalmente) para mantener un importe accesible a los usuarios. Pues bien, esta apreciación de costos se realiza en base a una serie de rubros que hacen a los gastos de la prestación: combustible, mantenimiento de los vehículos, seguros, impuestos, personal, etcétera.
También se tienen en cuenta los kilómetros mensuales que se deberán recorrer para efectuar el servicio y la cantidad de usuarios de ómnibus. De todas estas variables surge un “costo por kilómetro” y una “tarifa sin compensación”, lo que sería el precio de un boleto sin los subsidios oficiales.
Pero ¿qué sucedería si el registro de alguno de estos rubros (cantidad de pasajeros y kilómetros efectuados en los recorridos) no se corresponde con los datos de la realidad? El resultado es un costo del boleto alterado y una “compensación requerida” (subsidio) necesariamente distorsionada.
Éste es uno de los meollos más complejos de dilucidar dentro del pliego redactado por la Municipalidad para la nueva concesión de los colectivos en la ciudad. El costo del kilómetro y los índices para fijar una tarifa son sólo algunas de las advertencias que ha realizado la Asamblea Ciudadana por el Transporte de Paraná, y que tiene como trasfondo un contrato que asegura una millonaria compensación en concepto de subsidios del Estado.
De lo que se habla en los cálculos de la misma base de condiciones es de unos 35 millones de pesos mensuales necesarios como aportes extra. Es decir, unos 420 millones de pesos de subsidios anuales. En ocho años, que es el plazo de concesión estipulado, se estaría planteando una cifra de 3.360 millones de pesos –sin la actualización con los índices inflacionarios– y de 5.040 millones de pesos con la prórroga prevista por cuatro años más.
Dibujados
Los números tuneados para llegar a una alta “compensación requerida” a fin de cubrir los costos del boleto se concentrarían en dos grandes rubros: uno es el costo del servicio por kilómetro; el otro, la tarifa media, sin compensaciones, que se calcula en base a un índice que tiene en cuenta la cantidad de pasajeros mensuales y los kilómetros que demanda el servicio.
(Más información en la edición gráfica número 1053 de la revista ANALISIS del jueves 22 de diciembre de 2016)